El pasado 2 de julio, la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe sancionó la ley de asistencia económica y financiera a favor del sector turístico, hotelero y gastronómico. Sin embargo, continúa estancado en la Cámara de Senadores. En una videoconferencia exclusiva para medios de comunicación, el diputado Pablo Farías, titular del interbloque del Frente Progresista, declaró que “no existe una agenda legislativa planteada para mantener un diálogo permanente”.
El proyecto de ley que obtuvo media sanción hace dos meses contempla la prórroga de vencimiento de las prestaciones y pagos de impuestos provinciales, por un plazo de hasta 90 días hábiles, sin devengar intereses ni afectar la calificación del contribuyente. También implica la suspensión de la iniciación de procesos judiciales y procedimientos administrativos que tengan por objeto el cobro de acreencias vencidas con anterioridad a la situación de emergencia. Incluso prevé asistencia financiera con subsidio de tasas y aportes no reintegrables.
Así mismo, para acceder a la ayuda, sería necesario demostrar que sus explotaciones se encuentren afectadas negativamente en por lo menos un 50% de su capacidad operativa o cuando su facturación decaiga un 50% respecto al mismo período del año pasado a valores corrientes.
Entre otras cosas, la ley permitiría al gobierno provincial crear un Fondo de Asistencia Financiera por un importe de 600 millones de pesos, el cual podría otorgar subsidios o aportes por un valor que no supere los 350.000 pesos por solicitante.
Durante la conferencia, Farías subrayó que la agenda legislativa actual desalentaba el diálogo necesario para agilizar la aprobación de este tipo de iniciativas. “Noto un reclamo por la falta de respuestas adecuadas. Hay otros sectores además del gastronómico que reciben más plata o más diálogo, pero lo que percibo es que (el ejecutivo provincial) no está a la altura de las circunstancias y que se reclama un mayor papel del Estado que hoy no se está viendo”, subrayó.
Según describió, “la situación será similar a la que se vivió en 2001, cuando mucha gente perdió su trabajo y nunca lo pudo recuperar porque ya tenía más de cincuenta años”. Luego, volvió a disparar contra Senadores y el rol del gobierno de la provincia: “La interferencia del Gobierno haciendo planteos específicos respecto de iniciativas que llegan de la Cámara de Diputados complica el diálogo. (La Cámara de Senadores) es una cámara sensible a las imposiciones del ejecutivo”.
