Como noticia de “último momento” en la Cámara de Diputados de la Nación, el rafaelino Roberto Mirabella notificó al presidente de su ya “antiguo” bloque, que renuncia a esa agrupación denominada “Unión por la Patria”, para conformar un monobloque más en el recinto, denominado “Defendamos Santa Fe”. Este movimiento que genera la creación de un nuevo espacio parlamentario sería anecdótico si no nos detenemos a observar los números de la conformación de la Cámara Baja que genera este corrimiento de un diputado de un bloque a otro nuevo.
Con esta decisión confirmada, Unión por la Patria en la cámara baja pasa a tener 98 integrantes, pierde un escaño, lo que va a tener implicancias en la dinámica legislativa y en las negociaciones dentro del Congreso.
La creación de otro monobloque también pone de manifiesto las tensiones internas y la creciente fragmentación política.
Opiniones hay hacia todas las direcciones y como sobran, valen poco. Hace falta medir la eficiencia de cada organismo, sus resultados productivos al servicio de la sociedad. Verificar la relación entre el costo y el beneficio para los ciudadanos, de contar con 257 legisladores que tienen la responsabilidad de optimizar el consenso para obtener leyes útiles.
Hay un tablero complejo de minorías exacerbadas si miramos que existen 20 bloques, de los cuales 13 cuentan con por lo menos dos miembros, y el resto se distribuye en 7 monobloques individuales.
La carencia de liderazgos es notoria, la visión política de los representantes de quienes los votaron está atomizada, dispersa, es evidente la falta de una mirada común a los problemas por resolver. Eso se traduce en la ineficiencia legislativa para aportar soluciones a la sociedad.
El cambio de época que se ha propuesto llevar a cabo el gobierno actual, al cabo de un año de gestión, con resultados a la vista, debería ser entendido, asimilado y aprovechado políticamente en aras de la necesidad de eficientizar las entidades públicas. Es un desafío para 2025, entender la profundidad del cambio, donde la ausencia de mayorías absolutas obligará a las negociaciones, sin referentes notorios con quienes dialogar o imponer proyectos.
Es de esperar que la libertad de pensamiento se imponga claramente sobre doctrinas que hasta el momento no han aportado soluciones duraderas al país.
Distribución numérica parlamentaria
- UNIÓN POR LA PATRIA: 98
- LA LIBERTAD AVANZA: 39
- PRO: 37
- UCR – UNIÓN CÍVICA RADICAL: 20
- ENCUENTRO FEDERAL: 16
- DEMOCRACIA PARA SIEMPRE: 12
- INNOVACIÓN FEDERAL: 8
- COALICION CIVICA: 6
- INDEPENDENCIA: 3
- MID – MOVIMIENTO DE INTEGRACIÓN Y DESARROLLO: 3
- PTS-FRENTE DE IZQUIERDA UNIDAD: 3
- POR SANTA CRUZ: 2
- PRODUCCION Y TRABAJO: 2
- CREO: 1
- DEFENDAMOS SANTA FE: 1
- FUERZAS DEL CIELO ESPACIO LIBERAL: 1
- IZQUIERDA SOCIALISTA FIT-UNIDAD: 1
- MOVIMIENTO POPULAR NEUQUINO: 1
- PARTIDO OBRERO -FRENTE DE IZQUIERDA Y DE TRABAJADORES – UNIDAD: 1
- UNIDOS: 1
Números o nombres
Acabamos de ver los números, cada uno de ellos corresponde a 256 nombres más el del presidente de la Cámara, Martín Menem, que completa los 257 legisladores.
Como no hay liderazgos notorios ni referentes con posiciones consolidadas, en cada negociación se imponen los números por encima de los nombres y cada pequeño bloque y los 7 monobloques toman relevancia. El año que se inicia encontrará a los políticos con responsabilidades legislativas envueltos en un doble juego de concretar leyes útiles y, a su vez, ponerse a consideración. De un electorado que va a asistir a las urnas con una perspectiva mucho más actualizada que la de ellos, ante las nuevas realidades socioeconómicas que está viviendo diariamente la Argentina de esta era, que ha superado su primer año en democracia, con nuevas condiciones y más libertades.
