La versión reducida de la Ley Bases obtuvo dictamen y llegará hoy al recinto de la Cámara Baja para recibir media sanción. Uno de los puntos centrales de la normativa es la reforma laboral, la cual constaría de unos 16 artículos, adaptándose al proyecto presentado por la UCR.
Entre las premisas centrales de la nueva normativa cuentan la eliminación definitiva de las multas a empleadores por trabajo no registrado, la extensión del período de prueba para trabajadores, la posibilidad de sustituir el régimen indemnizatorio por un fondo o sistema de cese laboral y un conjunto de sanciones para quienes participen de bloqueos o tomas de establecimientos laborales.
Con respecto a este último punto, cabe aclarar que no se trata del proyecto de Ley Antibloqueo impulsado por Verónica Razzini. Lo que sí se incluirá será la posibilidad de incluir la participación en bloqueos o tomas como “grave injuria laboral” y causal de despido. También se establecerán penas de entre seis meses y tres años de prisión.
Según el abogado laboralista, Julián De Diego, opinó: “Lo más importante de lo que quedó de la reforma es la derogación de todas las multas. La Ley Nacional de Empleo de 1991 y sus normas complementarias crearon una cantidad de multas con el propósito de luchar contra la economía clandestina. Sin embargo, ese régimen fracasó totalmente, ya que hoy tenemos una economía clandestina de casi un 50% en algunas provincias”.
No obstante, aclaró que los efectos ocasionados por las multas ya emitidas durante los años de vigencia de la reglamentación actual seguirán sintiéndose. “Desde el momento que se apruebe esta ley, se pasará a un sistema de lucha contra la economía clandestina basado en un sistema de registración automático. Tanto el trabajador como el empleador pueden entrar al sistema, denunciar el vínculo laboral y las autoridades se movilizan para chequear si esa registración es correcta. El trabajador queda incorporado al blanqueo automáticamente”, indicó.
Por otro lado, de los puntos eliminados del proyecto original destacó todo lo relacionado con la incidencia sindical. “Se eliminó la declaración de servicios esenciales, y la posibilidad de que el trabajador se oponga a pagar la cuota solidaria. Eso será objeto de un proceso ulterior”.
Luego, evaluó el proyecto a debatir hoy en su totalidad: “Creo que lo que está faltando es una integración. Todas estas iniciativas son algo así como pedacitos de una reforma, como las piezas de un rompecabezas. Para poder armar una reforma laboral integral hay que armar el rompecabezas entero”.
Por último, criticó la desactualización de la Ley de Contratos de Trabajo: “De los 277 artículos que la componen, solamente 25 o 30 tienen plena aplicación. El resto está totalmente desacoplado del mundo real. Esto hace que se esté creando un derecho laboral de hecho, impuesto por las circunstancias. Por ejemplo, todas las aplicaciones que hoy emplean a miles de personas son una omisión muy importante, y ni la reforma del DNU, ni la Ley Bases han dado una solución a ese tema”.
