La Fundación Libertad de Rosario publicó este mes el “Libro Blanco del Sector Privado”, un documento con propuestas de políticas públicas para mejorar la situación de pequeñas y medianas empresas de la Argentina.
La principal propuesta del equipo de economistas de la Fundación Libertad, liderado por Gustavo Lazzari, es la reforma completa del sistema impositivo argentino. Según el documento, los impuestos son hoy “altos, complejos, tramposos e injustos” y deberían ser limitados con un “techo legal a la exacción impositiva”: esto quiere decir que se debería fijar un límite de presión tributaria en relación a los ingresos de tal forma que todo exceso resulte automáticamente confiscatorio e inconstitucional. Otras propuestas impositivas incluyen la baja de impuestos y el fin de las múltiples imposiciones que se producen con impuestos al patrimonio, así como la promoción de impuestos “proporcionales” que no castiguen la generación de riqueza. Por otro lado, el documento llama a eliminar todos los mecanismos de retenciones y percepciones bancarias existentes, que funcionan en la práctica como adelantos abusivos de impuestos que ni siquiera corresponde en todos los casos pagar.
En paralelo a los reformas impositivas, el Libro Blanco sostiene la necesidad de desregular la economía y flexibilizar la legislación laboral para liberar el aparato productivo. Congelar los ingresos al Estado así como crear un nuevo régimen laboral sin sindicalización obligatoria y de bajos impuestos para desocupados y jóvenes que obtienen su primer empleo son algunas de las ideas propuestas. En términos de burocracia, se debe pasar de un sistema basado en el “control posterior” antes que en el “permiso previo” para “descongelar” al sector privado.
Un aspecto particularmente importante del Libro Blanco es la digitalización y el futuro del trabajo. En relación al Estado, el documento propone digitalizar la burocracia estatal con el fin de reducir la corrupción y elevar la eficiencia gubernamental. Pero la propuesta más importante tiene que ver con el sector privado, que en muchos casos busca digitalizarse pese a las asfixiantes regulaciones: el Libro Blanco llama a promover y no a desalentar las nuevas formas de trabajo digital. La legislación existente, que aumenta los costos de las empresas y alienta la ligitiosidad, no contribuye a integrar a la Argentina a la era digital.
En líneas generales, el documento concluye con la idea de que “es imperioso que el sector público entienda la necesidad de revitalizar al sector privado ya no solo por el valor económico que representa sino por la enorme importancia política que tiene salir de esta recesión”. Fortalecer al sector privado, según el Libro Blanco, implica fortalecer a los actores de la democracia argentina porque sostiene y crea nuevos contrapesos en la sociedad civil al fantasma del autoritarismo populista que acecha a la Argentina.
