Llegó entre flashes y jóvenes que se tomaban selfies con ella. Algo más delgada que el mismo septiembre del año pasado, Elisa Carrió disertó nuevamente en el Congreso de Libertad.
Escoltada por Pablo Javkin y Carlos Comi, Lilita presentó su libro “Humanismo y Libertad”. Obra que confiesa haber escrito en la soledad de la derrota de las presidenciales 2011. “Me sentí libre y con mucho tiempo para escribir”.
Rodeada por la prensa, apurada por los organizadores para entrar en escena, con un auditorio repleto, Carrió se empacó y dijo: “chicos, tengo que esperar a mi novio, hablo con los medios y en el escenario con Ernesto. Lo espero en la puerta y de paso me fumo un puchito”.
“¿Dónde está Sanz?” preguntaban nerviosos desde la Fundación apuntando a Diego Sueiras que sentía la presión por la tardanza de su líder.
Finalmente el novio llegó. Entraron juntos por el pasillo central del auditorio cual ceremonia religiosa.
La sala en su nivel máximo de público explotó en aplausos y el aliento de los presentes.
En primera fila la escuchan el Fiscal Campagnoli y Alberto “Beto” Paduán.
En un discurso de profundo contenido moral, inspirado en su líder intelectual, la filósofa alemana Hanna Arendt, Lilita matizó con bromas: “Chicas que buenmozo es Campagnoli y está solo!”.
Tal como empezó, terminó su comunión con la gente en la vereda de la Bolsa fumando otro “puchito”.
