El Gobierno de Javier Milei impuso varias reformas en materia de salud y una de las últimas fue la posibilidad de libre elección de obra social o prepaga para los trabajadores registrados bajo relación de dependencia. En este contexto, el vicepresidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (ASCLI), Rodrigo Sánchez Almeyra analizó el panorama que afronta el sector.
“Se está tratando de liberar las opciones de elección del Seguro de Salud para que la persona pueda elegir, pero no se toma el toro por las astas porque lo que tenemos que solucionar primero es el financiamiento de la salud”, sostuvo Almeyra en diálogo con CNN Radio Rosario.
Para Sánchez Almeyra no está claro cómo se va a financiar el Programa Médico Obligatorio debido a la inflación, ni tampoco cuál es el motivo de “resucitar el Fondo Solidario de Redistribución” que es un “pozo negro que reparte subsidios discrecionales y nunca solucionó un problema de fondo” como garantizar el acceso a medicamentos de alto costo o prestaciones por discapacidad. Sobre este último punto, entre los DNU sobre el sistema de salud, el gobierno impuso que las obras sociales sindicales mantendrán en un 15% sus aportes a este fondo y los monotributistas, el 10% y en el caso de las entidades de medicina prepagas desde ahora deberán contribuir con un 20%.
El doctor sostuvo que el panorama es “extremadamente difícil porque la población tiene sus ingresos en el mínimo nivel y no resistirían aumentos por encima de la inflación. No se puede tirar más del bolsillo del afiliado porque está vacío”.
“Cuando se va a hacer una transformación radical de un sistema, posiblemente se aprovecha de la crisis del sistema que, sin duda, existe, pero se deben dar muchos factores para que esa transformación sea exitosa”, manifestó el vicepresidente de ASCLI y agregó que la medida fue “prematura”.
Sánchez Almeyra explicó que, si bien existen varios sistemas para abordar la falta de financiación, el problema de Argentina es su fragmentación con salarios que van cayendo según la distancia de la Capital Federal: “La idea es cómo tratamos de que toda la población llegue a tener por lo menos un ingreso mínimo para poder aportar a su sistema de salud. La frase ‘fondo común’ a los argentinos nos asusta por la corrupción, pero la idea es que la recaudación se distribuya en cada persona para tener derecho y estar nominado dentro del sistema, sea en el sector privado o público”.
“El sistema que tenemos actual es inequitativo porque una persona que gana 10 veces más que otra, aporta 10 veces más al sistema y puede tener una mejor elección de cobertura”, sumó el doctor y afirmó que “sería más justo, equitativo y de nivelamiento para arriba”.
El directivo se excusó y dijo: “Por supuesto que parece una medida comunista, pero es todo lo contrario porque se distribuye por edad y patologías. No recibirá lo mismo un niño de 8 años que un adulto de 80, o no recibirá lo mismo un deportista que un diabético con 4 stent colocados”.
Por último, Sánchez Almeyra, planteó que “tenemos que pensar que la normalidad se tiene que instalar en este país, si no vamos a seguir siendo siempre un país con altibajos económicos y con grandes desigualdades. No tenemos que buscar un modelo elitista en salud, en salud tenemos que buscar un modelo equitativo”.