En medio del conflicto entre el gobierno, que reglamentó las Sociedades Anónimas Deportivas, y la Asociación de Fútbol Argentino, el presidente Javier Milei estableció que el actual régimen de beneficios fiscales para los clubes del fútbol argentino, creados por un decreto del entonces ministro de Economía, Sergio Massa, finalizará dentro de seis meses. Y creó un comité para diagramar, dentro de ese plazo, “un sistema eficiente, suficiente y sostenible para su reemplazo”.
Así lo adelantó el ministro de desregulación del estado, Federico Sturzenegger, a través de su cuenta en la red social X. “Para el rediseño o renovación del régimen el Decreto 939/24 indica que se necesita un dictamen no vinculante de una comisión que incluye a representantes del gobierno, de la AFA y de 3 clubes de futbol (2 de primera división y 1 del ascenso)”, dijo.
El funcionario recordó que “la AFA opera con un régimen por el que los clubes no pagan sus obligaciones previsionales como cualquier otro contribuyente, sino que lo hacen a través de un sistema que obtiene recursos de diversas fuentes (entradas, pases y transmisiones televisivas), con los que cancelan dichas obligaciones”.
“El problema es que la alícuota vigente no alcanza a compensar los aportes y, por este motivo, entre noviembre y abril pasados el régimen generó un déficit fiscal de unos $7.000 millones”, advirtió el ministro.
El Decreto 510/23 del entonces ministro de economía Sergio Massa, “como regalo de campaña”, había incluido a la AFA como beneficiaria del sistema, pero al mismo tiempo obligaba a que el esquema se revisara al año de su puesta en marcha para evaluar si había logrado el equilibrio económico. “Dado el evidente déficit que provocó el sistema debe ser revisado”, evaluó Sturzenegger.
Finalmente, el funcionario nacional indicó que “el gobierno trabajará constructivamente en dicha comisión para el diseño de un sistema sustentable, empezando por auditar y diagnosticar los motivos que provocaron este déficit”. “A su vez, el gobierno considera que una parte esencial de la solución pasa por la incorporación de capitales privados al fútbol, máxime si la falta de estas inversiones deriva en la necesidad de un régimen que implica una carga para el contribuyente”, concluyó.