Tras la polémica desatada por la contratación en silencio del Coach Ontológico de la Intendente Mónica Fein, el municipio finalmente reconoció que su sueldo real asciende a $22.500 y no $8.000 como se había informado apenas generado el episodio.
Es notable además la terrible distorsión que se genera dentro de la composición de haberes del Estado, donde el Intendente termina ganando menos o apenas por arriba de un chofer de funcionario público.
Si bien la antigüedad de muchos empleados del estado es la explicación que aclara semejante distorsión, es llamativo como la “responsabilidad” que requiere cada cargo en cuestión no tiene un peso relativo mayor.
Así es como la figura del entrenador Alejandro Marchesan, desató el debate impulsado por el Concejal Carlos Cardozo de Unión PRO, sobre la transparencia y las prioridades a la hora de generar gastos en el estado, dos condiciones severamente cuestionadas por el edil al ejecutivo municipal.
