Se viene una semana clave para el gobierno nacional que debe darle un camino viable a la postergada “Reforma Laboral”, un proyecto naufragó dentro del DNU por la intervención de la Justicia, pero que tiene una nueva oportunidad siendo debatido y analizado por el Congreso.
En Casa Rosada por estas horas se encuentran en una encrucijada respecto a la estrategia a utilizar para que la norma tenga real impacto: una opción es incluir en la nueva ley ómnibus el mismo articulado que figura en el DNU 70 y la otra opción es aceptar una versión reducida para lograr más consenso político .
Uno de los tres proyectos presentados y el que más convence al Presidente Javier Milei es el de Verónica Razzini, la empresaria rosarina y diputada nacional del PRO por Santa Fe. “Armamos un espejo del articulado del DNU y lo presentamos bajo el título de Modernización Laboral para darle una herramienta más al ejecutivo y volver a intentar que esto se trata prontamente junto a la Ley Bases”, explicó.
Las iniciativas presentadas por los diputados del PRO contemplan la extensión del período de prueba de los trabajadores de 3 a 8 meses, la simplificación de la registración laboral y la eliminación de las multas por falta de registro y la regulación del derecho de huelga en los servicios de seguridad, transporte, salud y educación al declararlos servicios esenciales, con guardias mínimas del 75%.
Por otra parte, el proyecto de Razzini suma también la incorporación del bloqueo de empresas como delito penal con el agravamiento de las penas. “Tenemos entendido que al ejecutivo le pareció muy bien el proyecto y veremos cuál será la expectativa que tengan para manejar este tema. Transformado o no, tiene que salir porque estamos hace más de 10 años sin generar trabajo genuino, hay que generar condiciones para que eso cambie”, subrayó la diputada.
El proyecto contempla también la posibilidad de adoptar un régimen de indemnizaciones similar al de la UOCRA. “Tengas las cosas en regla o no, hoy en día el juicio laboral viene. La defensa del empleado fue desvirtuada. Hay algo que está mal y hay que cambiarlo. Son muchas condiciones que cambiarían y el espíritu de la ley es que la relación laboral sea acorde entre el empleador y el empleado”, finalizó.
LA NECESIDAD DE CAMBIAR
Por su parte, casi la totalidad del empresariado ve con buenos ojos dar un golpe de timón a las leyes laborales. Gabriel Redolfi, titular de MSR Inversiones y Desarrollos, se manifestó en el mismo sentido y sostuvo: “Es un sistema que ya debe ser aggiornado y revisado, siempre pensando en una legislación que facilite las cosas, que pueda hacer crecer el empleo, que haga más fluido y más fácil la relación con el empleado”.
En ese sentido, agregó: “La modernización laboral no debe quitar los justos derechos adquiridos por los empleados, pero tampoco nos debe dejar al arbitrio de algunas organizaciones gremiales que sin dudas están diseñadas con un modelo que ya no está vigente”.
Redolfi pidió “no demorar” este debate que aparece como beneficioso para todas las partes. “Veo en el proyecto de ley que hay medidas de protección para el empleado importantes y que son beneficiosas, veo también que hay medidas que estimularían en mucho la posibilidad de hacer crecer el empleo formal, que es lo importante, y que desde ya a las empresas, a las pymes, les haría mucho más fácil y mucho más tentador la idea de crecer en capacidad de producción como consecuencia con el empleo formal”.
LA VISIÓN DE LAS PYMES
Por otra parte, las empresas más chicas también se sumaron al debate aportando ideas y dando su opinión como parte necesaria del debate que se viene. “Necesitamos incorporar 8 millones de asalariados del mercado laboral negro al blanco para tener 15 millones de aportantes para mejorar la jubilación. La reforma laboral e impositiva es un tema fundamental para activar la economía”, indicó Eduardo Maradona, presidente de la Mesa Rosario del Movimiento Nacional PyME (Monapy).
Asimismo, el empresario elevó su queja por la judicialización laboral y sostuvo: “Hay que terminar con la industria del juicio para que todas las pymes se animen a tomar y a generar más empleo de calidad”.
En el mismo orden, Maradona pidió reveer el ahogo impositivo al que son sometidas las pymes. “Es casi inviable mantener una PyME con los altos costos impositivos nacionales, provinciales y las altas tasas municipales. Necesitamos bajar los costos laborales no salariales en forma inmediata. No puede ser que por cada producto se esté pagando un 50% de carga impositiva que se la lleva el gobierno. Si la idea de este nuevo gobierno es achicar el Estado, hay que achicar los impuestos”
Por último, el titular de Gaspel Sanitarios, concluyó: “Hoy la gente necesita trabajar y las pymes necesitan emplear gente para poder seguir creciendo y para producir más, porque con el estancamiento que hay, cualquier pyme se funde: hay un 40% de caída en las ventas y es enorme el nivel de gastos que tiene que afrontar”.