El martes 18 de junio, el Concejo Municipal de Rosario llevó a cabo una audiencia pública para discutir la modificación de la ordenanza Nº 7.218, que regula los eventos y espectáculos públicos en la ciudad. La sesión, que comenzó a las 15:30 y se extendió hasta poco después de las 21:00, fue presidida por María Eugenia Schmuck, presidenta del Concejo, y contó con la participación de diversos actores sociales y económicos, así como de vecinos de la ciudad.
La audiencia fue propuesta por la edila María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, y en ella se expresaron múltiples opiniones respecto a la normativa vigente. Joaquín Parcel, empresario gastronómico y organizador de eventos, inauguró la sesión destacando la necesidad de cambios en la nocturnidad de Rosario, defendiendo la permanencia de las islas callejeras en los locales gastronómicos como una medida positiva.
Guillermo Puyó, comerciante de confiterías, bares y restaurantes, valoró la oportunidad de discutir estos temas abiertamente y mencionó la disminución de espacios de diversión durante la semana, lo cual considera un factor que desalienta la inversión.
Por su parte, Sebastián Matheus, arquitecto y gestor cultural, criticó la discriminación por superficie a la hora de establecer el horario de cierre. La norma actual fija que solamente locales de más de 300m2 pueden abrir después de las 5 de la mañana. Indicó que este requisito excluye a pequeñas y medianas empresas, y destacó la necesidad de una normativa más inclusiva que favorezca a un mayor número de emprendedores.
En contraste, varios vecinos expresaron sus preocupaciones por los inconvenientes que la actividad nocturna trae a sus vidas cotidianas. Roxana Huergo, residente de Montevideo e Italia, relató los problemas de ruido y olores provenientes de los locales gastronómicos bajo su propiedad. Un vecino de San Juan y Dorrego, mencionó problemas graves de seguridad y convivencia derivados de la cercanía a lugares de diversión nocturna.
Por su parte, un vecino del barrio Pichincha destacó la falta de descanso debido a la actividad de varios bares y un boliche en su cuadra, mientras que Paula Sánchez Herrero, presidenta de la Vecinal Ernesto Sábato, centró su intervención en la preocupación por la seguridad en el centro de la ciudad y los niveles de ruido.
Carlos Mellano, representante de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario, apoyó la modificación de la normativa vigente, resaltando la necesidad de regulaciones claras para la inspección y renovación automática de habilitaciones.
La discusión también incluyó propuestas específicas como la creación de polos de nocturnidad, siguiendo el ejemplo de la ciudad de Mar del Plata, para concentrar la actividad nocturna en zonas específicas y reducir el impacto en áreas residenciales.
El debate en el Concejo Municipal de Rosario sobre la nocturnidad refleja un amplio espectro de posturas y necesidades, desde la promoción de una vida nocturna activa y económica hasta la protección del descanso y la calidad de vida de los vecinos. La audiencia pública subraya la importancia de encontrar un equilibrio que permita la convivencia armoniosa en la ciudad.