El pasado martes 30 de mayo se llevó adelante el evento Escenarios Políticos, organizado por la Federación Gremial de Comercio e Industria y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios. Como una de las principales figuras invitadas participó el consultor político Jorge Giacobbe, actual director de Giacobbe y Asociados. “A principio del año pasado empezamos a preguntar a la gente qué emoción le produce la Argentina. Yo me hubiese jugado la casa a que era bronca la palabra que iba a predominar. Sin embargo, fue tristeza”, afirmó.
Según el consultor, este fenómeno es la principal razón por la cual, pese al aciago panorama signado por la inflación y la inseguridad, no se registraron protestas masivas ni incidentes más graves. “La bronca y la alegría son emociones básicas que te llevan a un comportamiento kinestésico, a un comportamiento físico. A los argentinos, la bronca los lleva a la Plaza de Mayo y la alegría, al Obelisco o al Monumento a la Bandera. La tristeza no tiene plaza”, explicó.
En esta misma línea, señaló: “La tristeza te plancha en tu casa. Está más cercana a la depresión. Eso explica por qué la Argentina no explotó en términos de movimiento social. También es interesante ver que la tristeza es de todas las emociones básicas la que abre una posibilidad de mayor reflexión, de que todos los argentinos entendamos que somos los ciudadanos los que trajimos la situación hasta acá”.
Giacobbe refiere además en sus publicaciones a los votantes más jóvenes, en particular, al segmento menor de treinta años. “El sub 30 está en una pelea generacional que es maravillosa que se explica mucho más por el momento vital que por cuestiones ideológicas. En ese segmento, Milei mide que da calambre, cerca del 50%. Son jóvenes que miran a sus padres y saben que participaron de la generación que hizo mierda (sic.) este país. En el año 72, éste era un país de 75% de clase media, 7% de pobres y 4% de desocupados. Los genios que vinieron después, militares, civiles, por izquierda, por derecha, por peronistas, por radicales, por estatistas y por liberales, entre todos hicieron mierda (sic.) a un país y los jóvenes se dan cuenta”, relató.
A esta descripción, sumó el elemento frustración: “A los 20 o 25 años tenés que decidir qué hacés de tu vida. Lo cierto es que al mirar para afuera, Argentina te pega una patada en los dientes. Es desalentador. Es absolutamente lógico, entonces, que los jóvenes busquen una herramienta para incendiarlos a todos, para devolverles el disgusto. Ahí entra la actitud de Milei, que no es nueva, la izquierda siempre tuvo este rol para los jóvenes, la idea de que todo el sistema está mal y vamos a romperlo todo. Sin embargo, hoy está tan vetusta y anacrónica que ese lugar lo ocupó Milei”.
Por otro lado, Giacobbe sostiene que la mayoría de los sub-30 recuerdan al gobierno de Néstor Kirchner como el mejor desde la vuelta a la democracia. En este sentido, sostuvo: “Cristina (Fernández) cobra valor (en este segmento) a partir de que Néstor (Kirchner) muere y queda como heredera de la franquicia. Una franquicia que era la de un hombre vestido de Papá Noel, que es lo que le tocó hacer. Néstor estaba lleno de guita y veníamos de menos diez. Agarró una bolsa de caramelos y salió a calmar el dolor, por más que eso después no fuera sustentable en el tiempo”.
Para el especialista, “la gente que vota a Milei o a Cristina comparte la misma necesidad que es ‘a mí solucioname los problemas económicos. Si es por izquierda o por derecha, me importa tres carajos, si es con el Estado grande o Estado chico, tampoco me importa. Solucioname la angustia’”.
Finalmente, puso el foco en Juntos por el Cambio: “A partir de que estás en otro momento vital de tu vida, de 30 años hacia arriba, claramente pensás diferente. Ahí es donde empieza a tallar Juntos por el Cambio. En mayores de 51, por ejemplo, ganarían las elecciones en primera vuelta. En el segmento contrario, opuesto al primero. Y el debate está en los de 31 a 50, donde está emparejando la elección con los otros dos (Milei y Cristina Fernández). En esa interna, todavía muy nebulosa y sucia, Patricia Bullrich ya está aventajando a Rodríguez Larreta claramente”.
