El nuevo estadio del Corinthians, que el 12 de junio recibirá el partido de apertura del Mundial de fútbol de Brasil 2014, fue entregado simbólicamente por la empresa a cargo de su construcción al club de Sao Paulo, pese a que las obras recién estarán finalizadas en mayo, en cuya construcción murieron tres trabajadores.
Dirigentes de la constructora Odebrecht entregaron al Corinthians las llaves del estadio, donde otra empresa sigue trabajando en la instalación de gradas provisionales y otras estructuras temporales para atender a las exigencias de la FIFA.
La construcción del escenario requirió una inversión de al menos 950 millones de reales (unos 430 millones de dólares), en gran parte financiados con préstamos del banco estatal de fomento, el BNDES.
“Todo estará listo”
Durante la obra, tres obreros perdieron la vida: dos de ellos en noviembre pasado, al caer una grúa durante la instalación de la cubierta, y otro en marzo, al caer de una altura de nueve metros cuando instalaba las gradas temporales.
El ex-presidente del Corinthians Andrés Sánchez, responsable del club por la construcción de la nueva arena, homenajeó a los obreros fallecidos durante la ceremonia de entrega simbólica del estadio: “Es muy triste, son vidas que se perdieron”.
Sánchez minimizó por otra parte el retraso en la entrega del estadio, y aseguró que todo estará listo a tiempo para el Mundial: “En las próximas semanas, antes de fines de mayo, habremos terminado todo lo que es necesario para realizar la Copa”.
El dirigente afirmó que la inauguración oficial del estadio tendrá lugar el 17 de mayo, cuando el Corinthians se medirá con el Figueirense por el Campeonato Brasileño de fútbol.
Cuando se termine el trabajo de instalación de las estructuras temporales, la Arena Corinthians tendrá aforo para 69.160 espectadores. Allí se disputarán seis partidos del Mundial, cuatro de ellos por la fase de grupos: Brasil-Croacia, el 12 de junio, Uruguay-Inglaterra, el 19, Holanda-Chile, el 23, y Corea del Sur-Bélgica, el 26 de junio.