No supondrá la creación de nuevas plazas de aparcamiento. No afectará a un incremento notable de la edificabilidad en la zona; no logrará incrementar el aforo total del actual estadio y, sobre todo, no dispondrá de la joya de la corona del proyecto que iba a ser el hotel de lujo que iba a albergar. Con estas nuevas condiciones será presentado, en el día de hoy en el Palacio de Cibeles, de manera conjunta por el Real Madrid y elAyuntamiento de la ciudad, el proyecto de reforma del estadio Santiago Bernabéu, unas condiciones a las que Florentino Pérez ha tenido que acceder si quería ver desbloqueado el proyecto, que se encontraba completamente paralizado desde que el equipo de gobierno de Manuela Carmena accedió al poder.
De la idea inicialmente concebida del nuevo estadio blanco se ha pasado a otra mucho más “modesta” en pretensiones a la que no le ha quedado más remedio que adaptarse a las múltiples sentencias judiciales que en su contra se han emitido y, además, a los nuevos parámetros de edificabilidad dados por el nuevo equipo de gobierno de la ciudad de Madrid surgido tras las últimas elecciones municipales.
Así, a base de recortes en la concepción inicial y de cesiones por parte de la entidad blanca para lograr desbloquear la situación, ahora sí podría decirse que el Coliseum madridista, obra de los años 40 del siglo pasado, podrá someterse a un importante lavado de cara a partir del próximo verano, una vez concluya la actual temporada, y con una duración prevista para las mismas de cuatro años, aunque su objetivo principal es quedarlo reducido a tres.
Más de 400 millones de euros
La reforma del nuevo estadio madridista dará lugar a un recinto moderno completamente dotado de la mayor tecnología de la actualidad y con las mejores prestaciones posibles para convertir la asistencia del aficionado al recinto en una experiencia única.
La obra costará más de 400 millones de euros, cantidad en cuya financiación jugará un papel fundamental la figura del naming rights, los derechos de nombre del estadio Santiago Bernabéu, una figura del marketing deportivo muy explotada en otros países, otros deportes y otras latitudes pero que en España aún cuenta con una importante barrera emocional que clubes como el propio Real Madrid o el FC Barcelona pretenden convertir en historia y convertirse en avanzadilla de lo que probablemente sea la tendencia en los próximos años dentro del fútbol español: bautizar comercialmente el nombre de los recintos deportivos.
El acuerdo con IPIC, un poderoso grupo empresarial árabe ayudará en gran medida a la financiación de la faraónica obra a cambio de ceder, durante un número indeterminado aún de años, el apellido del Santiago Bernabéu a una de sus compañías, muy probablemente la española Cepsa, aunque como ha afirmado el propioFlorentino Pérez, el acuerdo alcanzado permitirá a IPIC bautizar al estadio con el nombre que la compañía pretenda, una decisión que muy probablemente sea ratificada en la próxima asamblea de socios de finales de mes.