En Agosto de 2014, apenas un mes después de la conclusión del Mundial de Brasil 2014 de infausto recuerdo para los anfitriones, la Federación Brasileña de Fútbol, la Confederación Brasileña de Fútbol, anunciaba un importantísimo acuerdo con el que es desde entonces uno de sus principales patrocinadores: el grupo automovilístico General Motors, que se incorporaba al portfolio de principal partners de la Federación.
Sustituto de Volkswagen
La mala imagen dada durante el Mundial provocó que muchos de los que hasta entonces eran sus patrocinadores, que tenían que pasar por la mesa de la renovación a la conclusión del evento mundialista, no consideraran oportuno continuar al lado de una Selección cuya imagen dada en el que estaba llamado a ser “su” campeonato no fue la esperada.
Uno de estos patrocinadores que dieron la espantada fue Volkswagen, que argumentó un cambio en la estrategia del grupo para no renovar su patrocinio con la CBF, algo que sumió a la misma en una profunda preocupación, toda vez que se quedaba sin uno de sus soportes principales. Con la llegada de Chevrolet se ponía así punto y final a la incertidumbre creada por el anuncio de Volkswagen de no renovar y se garantizaba la presencia del grupo General Motors en la CBF durante los siguientes cinco años, lo que incluía los eventos de los próximos Juegos Olímpicos de Río 2016 y el Mundial de Rusia 2018.
Dunga firma con Chevrolet
Todo ello ha facilitado y mucho el nuevo acuerdo alcanzado entre la compañía automovilística y el nuevo seleccionador nacional de la canarinha, Dunga, que regresó a la Confederación Brasileña de Fútbol tras concluir el Mundial de Fútbol para tomar las riendas de la misma una vez que se produjo la salida de Scolari.
El acuerdo ahora alcanzado supondrá la llegada a Chevrolet de un importante embajador de marca que estará ligado a la entidad durante los próximos tres años, hasta 2017, y aunque los términos económicos del contrato no han sido facilitados, se estima que el mismo lleva asociado una buena suma de dinero.
Dunga no predica con el ejemplo
Sin embargo, este acuerdo llama poderosamente la atención no tanto por el propio acuerdo en sí, ya importante, sino por las connotaciones que de él se derivan. Tras la debacle mundialista, la salida de Scolari de la CBF y la llegada a su puesto de Dunga, una de las primeras apreciaciones que realizó el nuevo manager de lacanarinha en la rueda de prensa de su presentación fue el ataque directo y sin complejo hacia una figura señalada desde entonces: el marketing deportivo.
Dunga afirmó que iba a tratar de expulsar del equipo el marketing deportivo. No entendía como durante la concentración en Brasil los jugadores se ausentaban para presentar nuevas marcas o para poner en marcha campañas de publicidad de sus patrocinadores personales o de la CBF durante los días de descanso y puso el objetivo en un punto concreto: Neymar, al que achacó estar más pendiente de cómo tenía que colocarse las gorras con las que salía a las ruedas de prensa para que se viera bien el logotipo de su patrocinador que de su rendimiento dentro del campo.
Las declaraciones supusieron un importante varapalo para los sponsors, los jugadores de la selección y para la propia CBF, una federación que basa gran parte de su viabilidad técnica y económica (como todas) en las aportaciones de estos patrocinadores. Ahora, apenas seis meses después, parece que el punto de vista de Dunga respecto a los mismos se ha suavizado hasta el extremo de ser él quién protagoniza este tipo de noticias en la canarinha.