Y ello no ha parecido ser obstáculo alguno para que el astro del Real Madrid haya pagado cerca de140 millones de euros por hacerse con uno de los hoteles existentes en Montecarlo, y que confirma el interés del futbolista por el sector inmobiliario en general, y hotelero en particular.
Ese interés por dicho sector nace apenas hace un par de meses cuando el pasado mes de diciembre, el futbolista anunció junto al empresario luso Dionisio Pestana la apertura, en 2017, de los que serán los primeros hoteles exclusivos CR7 en ciudades tan emblemáticas e importantes del mundo como Nueva York y Madrid aunque este mismo año ya se abrirán al público las puertas de esos mismos hoteles en Lisboa y Funchal, ciudad natal del futbolista, y por la que ambas partes invertirán cerca de 70 millones de euros para poner en marcha el proyecto.
La operación para adquirir el nuevo complejo en Mónaco se cerró la semana pasada en un acto a tres bandas en el que también han participado Proto Group, propiedad del italiano Alessandro Proto y el todopoderoso magnate estadounidense Donald Trump.
Precisamente, el jugador portugués ya compró en agosto de 2015 al propio Alessandro Proto un céntrico ático en Nueva York en la Torre Trump, un capricho que le costó cerca de 16 millones de euros.
Con este paso dado por el jugador, el delantero luso diversifica aún más sus inversiones y trta de afianzar y asegurar su futuro una vez acabe su carrera dentro del mundo del fútbol, algo que él mismo ha reconocido ser gran parte de su preocupación conocedor que su vida futbolística no iba a ser eterna. Calzado, moda, restauración, perfumes y hoteles. Todo un amplio abanico de negocios con las que el jugador trata de asegurarse su futuro cuando abandone el fútbol.
Cristiano Ronaldo es el principal icono comercial dentro del mundo del fútbol en la actualidad. Los ingresos anuales del futbolista rondan los 80 millones de euros de los cuales, casi 30 proceden de la explotación de su imagen y marca comercial.
