Por Ernesto Edwards – Filósofo y periodista – @FILOROCKER
Bastante tiempo atrás esperábamos cada jueves para dedicarnos a la lectura de la renovación de cada cartelera cinematográfica con el fin de poder elegir en qué sala acomodarnos un par de horas frente a una pantalla gigante que nos introduciría en historias y actuaciones que si la película elegida así lo permitía, serían inolvidables en nuestras vidas. Con los años nos fuimos resignando a que a veces la producción esperada sólo podríamos verla primero en VHS, luego en DVD y más tarde en BluRay. La pandemia, y ciertas políticas de estado difíciles de comprender nos sometieron a tener como única opción estar atentos a los avisos y recordatorios que nos llegan por mail de las diferentes plataformas virtuales de series y películas a las que hemos podido abonarnos, sean HBO, Netflix, Prime, Apple TV+ o Disney+, entre las más populares.
Por estos días, a modo de lanzamiento, tenemos disponibles producciones recomendables como “Malcolm y Marie” (peliculón estelarizado por la ascendente Zendaya), “La excavación” (interesante filme con Ralph Fiennes y Carey Mulligan) y la reveladora “Mank” (protagonizada por Gary Oldman). Cualquiera de ellas merecería numerosas nominaciones para cualquier temporada de premios. Faltaba la llegada a Netflix, este pasado miércoles, de “Noticias del gran mundo”, que nos da mucha tela para cortar. No es tan sólo un western. Es mucho más.
Parece un western, pero tiene impronta de drama y toques de road movie. Tiene grieta, tiene manipulación de la información, tiene lucha por la identidad, tiene discriminación, tiene valores y disvalores, y plantea debates sobre la memoria y la aceptación, y sobre el sinsentido de la guerra. Paul Greengrass, su director, sabe cómo hacerlo. Ya había dirigido al talentoso y siempre convincente Tom Hanks en la exitosa y nominada al Oscar “Capitán Philips”. Claro que esta vez la historia en clave de Far West está ambientada en 1870, recién finalizada la Guerra de Secesión entre los estados Confederados y la Unión, con una sociedad dividida que tardará décadas en reconciliarse, y Hanks, ya con noventa películas y series en su haber, es un debutante en el género. Pero no se nota.
Puede parecer paradójico que quien obligado se alistó como oficial del Ejército Confederado buscando el mantenimiento, entre otros “privilegios”, de la esclavitud sureña, terminada la guerra civil fuera el encargado de despertar conciencias en favor de la libertad. Pero no lo es. El Capitán Jefferson Kidd fue arrastrado a una guerra que no compartía en sus fundamentos, y la libró hasta que no pudo más, rindiéndose honorablemente en Galveston.
Kidd recorrerá cada pueblo del no tan lejano este y centro estadounidense en plan de noticiero andante con marco de despojada puesta teatral. Con una colección de periódicos recientes, en un salón de mediano aforo y contra el pago de 10 centavos los asistentes (en su mayoría analfabetos) escucharán una selección de noticias locales, regionales, nacionales e internacionales que podrían ser del interés de los espectadores, a quienes les anticipa que en el gran mundo están ocurriendo muchos cambios. Y pasando cosas. Claro que algunas informaciones los pondrán como locos cuando esta gente del Sur escuche que el presidente Grant toma decisiones libertarias para con los esclavos negros. Con estilo sobrio y sin grandes comentarios, nuestro protagonista, un veterano erudito y de estilo reservado, irá desandando un polvoriento camino que parece conducirlo a algún lugar, a algún momento, a alguna situación.
El destino lo colocará en una encrucijada, cuando a la vera de su recorrido encuentre a un hombre negro asesinado en una horca improvisada y muy cerca de él a una niña de diez años, de visible aspecto sajón pero que no parece compartir la misma cultura occidental que el Capitán. Y aunque algunos dudarían qué hacer con ella, para él no hay ningún dilema. Se enterará que Johanna (una sorprendente Helena Zengel), tal su nombre de origen, es una pequeña huérfana secuestrada por una tribu indígena, los Kiowa, a la edad de cuatro años, y adoptada por padres que también serían asesinados, esta vez a manos del hombre blanco. Doblemente huérfana, en dos oportunidades, y con su identidad en crisis, estaba siendo conducida al reencuentro con sus tíos, únicos familiares biológicos, en una pequeña colonia de inmigrantes alemanes a 600 kilómetros de distancia. Habiendo quedado a la deriva, y sin ningún estamento oficial queriendo hacerse cargo, Kidd se ocupará de tal gestión. Pero no resultará sencillo. Ni incruento. Para ello su recorrido será peligroso, por momentos sin agua para tomar y cruzándose con gente de lo peor que querrá, entre otras cuestiones, comprársela para explotarla sexualmente. Kidd se jugará la vida por protegerla.
En este trayecto, que a la vez es metafórico, llegará la necesidad del conocimiento mutuo para dos personas que, en diferentes momentos de sus vidas, y a su manera, han perdido casi todo. Johana no habla inglés, sólo el dialecto kiowa y casi nada de alemán. Jefferson Kidd se esforzará por comunicarse, y tras las resistencias iniciales, llegará el idioma común de los que comparten problemas cotidianos y la pelea por permanecer vivos. Y con ese fondo, una causalidad que impulsa el surgimiento del héroe, de ese hombre común que debe afrontar situaciones extraordinarias, sobreponiéndose a sus debilidades con un armamento inicial que es sólo una escopeta con perdigones.
La única duda es si podemos establecer que si el protagonista no fuera Tom Hanks experimentaríamos la misma empatía con el Capitán Kid, ante tal maestría actoral que nos convence fácilmente de estar ante un tipo bueno y confiable. Y con una ética inquebrantable. También hay que avisar que “Noticias del gran mundo” no es un western spaghetti al estilo de Sergio Leone ni habrá un duelo al amanecer como en algunas películas de Clint Eastwood. Si esperaban eso perderán el tiempo. Porque la acción, que la hay y en buena cantidad, está al servicio de la historia, y no al revés. De allí el esfuerzo por una buena musicalización, una adecuada fotografía, una precisa adaptación del libro original, y la dirección de un experto.
No es fácil destacarse a la hora de hacer largos silencios y de sostener miradas que expresen algo. Tom Hanks y Helena Zengel lo hacen con naturalidad y economía gestual. Obligado a hacer su función noticiosa por un inescrupuloso explotador de obreros mejicanos no aceptará leer el pasquín oficial y pondrá en riesgo su vida contando una historia que no será otra cosa que una alegoría de aquellos que se revelan y pelean por su libertad. Casi como si hubiera conocido a Umberto Eco denunciando las reglas para manipular la información por parte de los medios.
Quedará claro que para no quedarse estancado en el ayer, siempre es necesario reconocer y aceptar la propia situación y asumir aquellas culpas que padecemos y nos torturan. Algo a lo que el Capitán Kidd se resiste. Y en ese viaje de descubrimientos mutuos la niña le dirá que no hay que negar el pasado para poder seguir avanzando. Ese será el disparador para el retorno a lo que todavía no quedó resuelto.
El final nos mostrará el resultado de tomar buenas decisiones. Los dos parias, estas dos personas de ningún lugar, encontrarán lo que no sabían que estaban buscando. Quizás porque a veces las respuestas no sean dónde ir sino con quién. Que el hogar queda en ese lugar en el que elegiste vivir. Que la familia son aquellos a quienes amás. Y que la educación, el desarrollo cultural y el contacto con la información nos mostrarán el mundo tal cual es. Que son nuestro patrimonio y no necesitamos intermediarios para reflexionar. Sólo buenos maestros que nos guíen.
FICHA TÉCNICA
“Noticias del gran mundo”
(News of the World, EE. UU., 2020)
De Paul Greengrass
Con Tom Hanks y Helena Zengel
Género: western dramático
Duración: 118´ – Calificación: muy buena
Disponible en Netflix