Nuevo gobierno, nuevos impuestos. Esto podría ser casi la consigna del ahora en la Argentina, pero también hace ya mucho tiempo que ocurre. Cada gobierno que llega, una de las cosas que hace es tratar de ver como recauda más, como exprime más a la sociedad.
Algo paradójico, porque Argentina tiene un nivel de carga tributaria enormemente alto, como ya hemos dicho, tiene uno de los gastos públicos más altos del mundo, que por supuesto se incrementó muchísimo durante el kircherismo y que luego el macrismo intentó bajar pero solo lo pudo hacer de una manera módica.
Tenemos el gasto público y la presión tributaria, repitiéndolo, más altos del mundo; y sin embargo al gobierno que llega, que tiene un condimento importante de kirchnerismo, lo único que se le ocurre es ver de donde saca recursos para seguir manteniendo ese Estado elefantiásico para seguir manteniendo esa estructura improductiva, que fomenta la “cultura del no trabajo”, a diferencia de lo que debería hacer, generando emprendimientos, espíritu de trabajo. El sistema argentino es todo lo contrario.
Y en medio de todos los anuncios de nuevos o aumento de impuestos que anunció el gobierno de Alberto Fernández, vuelve algo de siempre, el impuesto llamado “retenciones”.
El final de este interesante análisis de Gerardo Bongiovanni, lo podes mirar en el siguiente video, para ON24:
