Uno de los sectores que más sintió el cepo cambiario fue sin dudas el sector inmobiliario. La medida dispuesta por el gobierno nacional disparó la brecha entre el mercado de nuevos y usados, marcando una diferencia entre los desarrolladores y aquellas inmobiliarias dedicadas a la compra, venta y alquiler. Andrés Gariboldi, Dunod Propiedad, informó que el balance de este año es muy similar al 2012 y que el “amesetamiento del mercado es por las pocas operaciones realizadas en el sector de los usados”. “El cliente vende para atesorar y solo quiere recibir dólares. Entonces trabajamos de forma personalizada y de un modo muy artesanal. También frena la venta de los nuevos, porque el cliente pretende vender, por ejemplo, el de dos ambientes para pasar a uno de tres”.
El empresario, con respecto a las próximas elecciones expresó: “Somos optimistas. Pasadas las votaciones algunas cuestiones se van aclarar. Las últimas noticias que se dieron a conocer en relación a la economía nacional dan esperanzas que todo va a cambiar”.
Gariboldi considera que la financiación del inmueble está “tomando protagonismo”. La herramienta que han implementado los desarrolladores es una pata fundamental en la comercialización. “Nos permitió llegar a un sector que antes no podía invertir en ladrillos”.