La mitad de los argentinos piensa que 2015 será igual a 2014.
Cada año que llega viene con nuevas oportunidades y desafíos para aprovechar y aprender. Sin embargo, sólo el 25 por ciento de los argentinos ve con optimismo la llegada de 2015, mientras que el 52 por ciento piensa que será igual a 2014. Así, en el ránking mundial de optimismo, la Argentina se ubica en la mitad de la tabla.
El ránking mundial, elaborado por la consultora Voices! consultora de investigación social, junto a WIN, red internacional a la que pertenece, arrojó que en la cima de la tabla se encuentra Fiji, con 78 puntos de optimismo y donde el 82 por ciento de los encuestados piensa que 2015 será mejor que el año que se despide. Lo siguen Nigeria, con 77 puntos, y un 85 por ciento de esperanza de un año mejor (cabe aclarar que el país sufrió diversos hechos de violencia en 2014). Y en el tercer puesto está India, con 73 puntos de optimismo y 76 por ciento de encuestados deseando un año mejor.
La Argentina, por su parte, transita la mitad de la tabla. “Puesto en el contexto global, nuestro país es significativamente menos optimista que el promedio mundial y regional (25 por ciento esperan un años mejor vs. 40 por ciento de los latinoamericanos y 52 por ciento ciudadanos del mundo que así piensan)”, mostró el estudio.
Así, en el ranking de expectativas positivas – construido a través del neto de optimistas vs. negativos – la Argentina ocupa la posición 41° en un listado de 65 países. El optimismo en la democracia El estudio, que viene haciéndose desde 1977, mostró otra realidad en 1983, año en que regresó la democracia. Al asumir Raúl Alfonsín, el optimismo era ampliamente mayoritario y llegó al 83 por ciento. Pero los problemas económicos y sociales llevaron a que, en 1986, el optimismo se ubicara en 38 por ciento.
La llegada de Carlos Menem en 1989 despertó el optimismo (63 por ciento) aunque con el paso de los años llegó a caer por debajo del 40 por ciento. Con la asunción de la Alianza en diciembre de 1999, volví a aumentar a 54 por ciento, pero luego de la crisis de 2001 cayó a 31 por ciento. El gobierno de Néstor Kirchner logra picos que ronda entre el 66 y el 56 por ciento.
En 2009 alcanzan su nivel más bajo desde 1982 (23 por ciento), en un contexto signado por el desarrollo de la crisis económica internacional. Esta tendencia se revierte para el 2010, año a partir del cual la opinión con más fuerza es que el año que comienza será similar al que se deja.
