Hace 50 años atrás, aquel ejecutivo que ocupada el cargo de CEO en una firma importante de los Estados Unidos ganaba en promedio U$S832 mil al año. Hoy, esa cifra se calcula en U$S16,3 millones. Sin embargo, esa no es la diferencia que más asombra. En 1965, un trabajador común ganaba 20 veces más que un “top CEO” de Estados Unidos, mientras que en 2014, la relación es de 300 a 1.
Para calcular la diferencia actual entre los dos tipos de salarios, el Economic Policy Institute tomó como base una remuneración de U$S53,2 mil para un empleado promedio. Esa misma cifra era de U$S40.2 mil en 1965, según datos de ese instituto.
Aunque la proporción 300 a 1 parece insuperable, la brecha entre ambos tipos de salarios tuvo una época en que fue aún mayor. Fue en 2007, en que la diferencia entre CEOs y trabajadores rasos era de 345 a 1. Dos años después, luego de la crisis que causó estragos en la economía estadounidense y en una gran cantidad de países, los ejecutivos pasaron a tener una remuneración 197 veces mayor a la de un empleado típico.
Fuente: Revista Apertura