La sigla “Li” es el símbolo del primer elemento metálico que aparece en la tabla periódica y se lo caracteriza como el más liviano de los sólidos. En su forma pura es blando y su color oscila entre plateado y blanco.
Pero el litio representa mucho más que su aburrida definición de manual de química de colegio secundario: hoy su extracción y aprovechamiento es una promesa tecnológica que puede llegar a torcer el destino económico del NOA y convertir a la Argentina en uno de los mayores proveedores globales de una materia prima que está experimentando una demanda explosiva.
“De hecho, las primeras pilas de litio que presentó la compañía Sony en 1991, son las que permitieron la actual revolución de la electrónica portátil donde el litio cumple un papel clave para el funcionamiento de las baterías que permiten el funcionamiento de teléfonos celulares, cámaras digitales, tablets y notebooks, entre muchos otros dispositivos”, resume quien para muchos es el mayor especialista en la materia en todo el mundo.
Lo cierto es que la demanda global de litio está explotando. Y la razón central es que así como hoy el “ícono” social por excelencia es el iPhone, en un par de décadas lo será Tesla, símbolo del auto eléctrico. “Automotrices tradicionales como Volvo se comprometieron públicamente a que, desde 2019, solo fabricarán autos eléctricos o híbridos y abandonarán los motores de combustión a nafta.
Cada auto eléctrico usa el equivalente a lo que se necesita para hacer funcionar 17.000 iPhones
“Aparte de los dispositivos, también se necesita litio para fabricar baterías que puedan ser usadas para almacenar energía proveniente de fuentes renovables, como solar o eólica”, explica Calvo. Hay baterías de titanato de litio y óxido de litio y manganeso que demostraron una vida útil de entre 20 y 30 años, que es lo mismo que ya ofrece un panel solar. “Podríamos pensar en armar kits para dotar de energía a poblaciones y establecimientos de zonas rurales, aislados de las redes eléctricas. Hay informes de consultoras internacionales que demuestran que la electrificación rural es un mercado muy grande ya que, solo en América latina, hay 30 millones de personas alejadas de las redes eléctricas.”
Por otra parte, también se usa litio en la industria farmacéutica. Y un kilo de este mineral, que vale u$s 9, puede transformarse en un kilo de fármacos —usados para el tratamiento de trastornos como la bipolaridad— que se vende a uSs 900. No es la única opción: también se utiliza litio en aleaciones para la industria aeronáutica y un jet de Airbus puede tener en su estructura hasta 400 kilos. Finalmente, también se lo emplea en la elaboración de vidrios cerámicos de algunos electrodomésticos.
Esta tendencia creciente explica porqué, en 2016, se cruzó un umbral simbólico en este mercado: la demanda global —por primera vez — superó a la oferta y eso causó que el precio del kilo de litio se disparara de los tradicionales u$s 6 a más de u$s 16 por cada 1000 gramos.
UN LUGAR EN EL MUNDO
Tal vez lo más interesante es que Argentina ocupa, por su geología, un lugar privilegiado para poder pisar fuerte en este nuevo negocio: “Se calcula que el 65 por ciento de las reservas mundiales se ubican en el triángulo geográfico que abarca los salares del norte de Argentina, Chile y del sur de Bolivia”, detalla Marcelo Álvarez, gerente general de la Cámara de Empresas Mineras de la Argentina (CAEM). Y agrega: “si nuestra industria hace bien las cosas en los próximos años, podemos posicionarnos como un jugador mundial y proveer a un mercado de enorme crecimiento”.
Esta aspiración está en consonancia con un completo informe publicado a mediados de este año por los responsables de la Secretaría de Minería del Ministerio de Energía. Según este paper, “durante 2016, la Argentina contribuyó con el 16 por ciento de la producción global, solo superada por las minas de Australia (40 por ciento) y de Chile (33 por ciento)”.
Para los autores del estudio oficial, las provincias que tienen las mayores reservas en formato de salares son tres: Jujuy, Salta y Catamarca y los depósitos ya relevados localmente indican que hay disponibilidad para 133 años de explotación, de acuerdo al consumo global que tendrá este elemento desde el 2025.
“La industria quiere establecer reglas claras para que estos desarrollos cuiden el medio ambiente desde el principio”
En este marco, convertirse en un proveedor clave del rubro minero suena extraño para un país que registra frecuentes conflictos en sus explotaciones mineras. Sin embargo las autoridades de la CAEM aseguran que la extracción del litio es muy distinta a la del oro y otros metales. “La industria quiere establecer reglas claras para que estos desarrollos cuiden el medio ambiente desde el principio porque se trata de un tipo de extracción que está bien visto por la sociedad y consideramos que posee la licencia social necesaria para estos usos, sobre todo porque el sector se planteó desde el principio el desafío de lograr un desarrollo económico de las comunidades aledañas a las zonas de extracción.”
En otras palabras, la minería del litio aspira a despegarse de sus “hermanas” y convertirse en un caso testigo de trabajo conjunto, “capaz de generar valor tanto para las empresas como para la gente que habita la región”.
Según la economista Verónica Cesa, consultora y miembro de la gerencia de Desarrollo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el rol de la Argentina como oferente de esta materia prima será cada vez más importante. “Hoy ya somos el tercer productor de litio a escala mundial y nuestra participación en el mercado ronda el 16 por ciento. Pero seguramente se incrementará a medida que los numerosos proyectos extractivos, que ya están en curso, entren en producción comercial”.
Según esta experta en evaluación de proyectos tecnológicos, “nuestro país, actualmente, produce cloruro y carbonato de litio. Y en 2016 generó exportaciones por más de US$ 190 millones”.
Sin embargo esta cifra podría multiplicarse exponencialmente, según Calvo. “Si bien pensar en fabricar baterías para autos en forma local no parece hoy algo posible, ya que competir con las plantas y los costos de las fábricas chinas es complejo, sí tenemos posibilidades para agregar valor a esta materia prima antes de exportarla. Por ejemplo la industria química puede elaborar sales de litio que luego se usan en las baterías.”
Sumar este simple paso no es menor: “exportar carbonato de litio sin procesar puede generar US$ 9.000 por tonelada. Pero si la industria química local lo procesa y convierte en hexafluorofosfato de litio y en combinaciones de sales, la tonelada de exportación puede valer 10 veces más: de US$ 9 por kilo se puede llegar a obtener US$ 100 e inclusive hasta US$ 1.000 por kilo exportado”, explica Calvo. Más escéptico es, sin embargo, sobre la riqueza que generan las regalías sobre el valor de la salmuera.
TODO CAMBIA
La revolución apalancada por la extracción de litio ya está generando cambios económicos significativos en el noroeste argentino. “En nuestros salares, de donde se lo extrae a un costo tres veces menor que si se lo hace de minas rocosas, en la forma tradicional, el litio tiene una alta disponibilidad”, le dice a Infotechnology la ingeniera Carolina Sánchez, directora técnica de INTI Jujuy. “Y por eso explotarlo en esas geografías es muy competitivo.” Eso explica que, entre los años 2005 y 2013 la actividad extractiva haya crecido un 60 por ciento.
Por otra parte, la Argentina le ofrece a la industria privada un entorno favorable a estas inversiones. “Las primeras grandes empresas interesadas en explotarlo llegaron en 2001 y explicaban que acá era más fácil invertir porque en Bolivia y Chile fue declarado mineral estratégico y eso complicaba la explotación.”
Y como muestra de lo que esta industria puede hacer por la economía local en los próximos años, desde el INTI Jujuy explican que hoy están asistiendo a casi una veintena de Pyme de la zona que le proveen servicios a las mineras que trabajan en el norte del país. Se trata de proveedores locales, algunos muy chicos y otras que ya tienen un staff de 60 personas.
Según Sánchez desde el INTI les ofrecen un paquete de herramientas de gestión empresarial y los ayuda a hacer planificación de inversión para que puedan crecer en forma sustentable. “Los resultados ya se están viendo. Es una actividad que está dinamizando la economía local.”
Fuente: infotechnology.com