La cordobesa Becerra Bursátil lanzó al mercado el Fondo de Inversión Directa Renta Agrícola I, un fideicomiso que permite a un inversor participar durante tres años de la siembra y cosecha de maíz y soja en campos de Córdoba, con la posibilidad de extenderlo a tierras de Santa Fe y de Buenos Aires.
Según informa el Diario La Voz, lo estructuró como fideicomiso sumando como fiduciario a Rosario Administradora Fiduciaria SA (Rosfid), a la Cooperativa Agropecuaria Ltda. de General Cabrera (Cotagro) como su operador técnico y a JLA Argentina como auditor técnico.
El emprendimiento apunta a unas dos mil hectáreas, una mitad para producir maíz y la otra para soja. La primera ventaja es que está vinculado al valor del dólar oficial mayorista, en un momento de alta demanda de activos ligados al valor de la moneda estadounidense.
Apostó al gran inversor, lanzó un producto por U$S 2,25 millones días atrás y el miércoles pasado, en un día, colocó toda la emisión solamente entre sus clientes.
Según la información que elevó al Mercado Argentino de Valores (MAV), a Bolsas y Mercados Argentinos (Byma) y a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), tuvo demanda por U$S 540 mil en valores de deuda fiduciarios, registrando una sobreoferta de 20% y pedidos por U$S 2,076 millones en certificados de participación (CP), lo que implicó una sobreoferta de 15,33%.
El producto es un fideicomiso financiero de ingresos agrícolas. Otra ventaja es que se trata de un instrumento financiero que permite a un inversor participar de un proyecto productivo sin tener la necesidad de conocer del sector o del negocio. Pero el dato es que fueron los propios productores agropecuarios grandes los que se sumaron al proyecto.
“Fue una emisión de prueba, hubo mucha consulta, pero era un producto para inversores calificados. Nosotros pensamos que le iba a interesar al que no tiene producción agrícola, pero finalmente entraron varios productores porque el proyecto se hace en una zona núcleo, de manera que les permite diversificar su negocio”, explicó Gonzalo Becerra, al medio local.
Con esta prueba ya superada, la idea ahora es pensar en nuevos proyectos destinados a otros rubros.
Por su parte, Lucas Jakimowicz, gerente general de Rosfid, destacó la singularidad de este proyecto: “Estamos participando de un fondo de inversión directa operado por un técnico especializado y bajo la administración de un fiduciario profesional regulado por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Es el primero que sacamos de estas características y una nueva emisión del estilo luego de varios años, ya que en el pasado hubo emisiones que fueron discontinuadas por los vaivenes de la economía”.
INVERSIÓN INMOBILIARIA
Uno de los sectores a los que apunta es la inversión inmobiliaria. A diferencia de otras iniciativas que se dirigen a fondos comunes de inversión cerrada (financia al desarrollista), en este caso se crea un fideicomiso financiero que busca participar de la ganancia del desarrollo inmobiliario, como si el inversor se convirtiera en un socio minoritario.
Al respecto, Becerra aseguró al diario La Voz, que la iniciativa se hará en Córdoba y está en etapa de anteproyecto.
Por otro lado, también prepara la estructuración de una iniciativa similar para un proyecto energético.
Becerra Bursátil ha desarrollado un fideicomiso financiero para financiar obras de tendido eléctrico de alta tensión en 2020, destinado a un contratista de Epec.
Pero, como en los casos anteriores, la iniciativa apunta a lograr que el inversor participe del reparto de los resultados.
“La propuesta tiene como objetivo que el inversor participe de proyectos de la economía real. Estos proyectos, con suerte, se lanzarán al mercado el año próximo”, resalta Gonzalo Becerra.
