Tours a la gorra, también en Rosario

Los verdaderos apasionados por viajar aseguran que es una de las mejores inversiones que cualquier persona puede hacer. Aquellos que viven bajo el lema del wanderlust disfrutan al máximo recorrer y descubrir cada rincón de las ciudades que visitan. Si bien el teléfono y las apps reemplazaron, en algunos casos, al mapa, los tours guiados todavía siguen siendo populares para conocer más en profundidad la cultura de cada locación. Con el auge de los mochileros comenzó a tomar fuerza el concepto de free walking tour o tour a la hora para los turistas ávidos de una actividad más gasolera. La tendencia que nació en el Viejo Continente, se expande en Argentina y algunas empresas de turismo comienzan a utilizar para maximizar sus negocios.

Si bien hay versiones cruzadas sobre dónde exactamente nació este modelo, Chris Sandeman fue el encargado de institucionalizarlo oficialmente en la industria turística. Su emprendimiento nació por necesidad cuando se quedó sin trabajo como guía en Berlín y no tenía intenciones de abandonar la ciudad. Fue entonces cuando se le ocurrió comenzar a hacer tours a cambio de propinas, esto derivo en la creación de Sandemans New Europe que hoy opera en 18 países y ya guió a más de 1 millón y medio de turistas. Otras empresas vieron en esta modalidad una buena oportunidad para atraer mayor flujo de pasajeros a sus negocios. Fue así como Free Tours By Foot en Estados Unidos, cuyos ingresos superan US$ 1 millón al año, comenzó a utilizarla y hoy representa un 15 por ciento de los ingresos de la empresa.

“Al principio era muy marketinero y novedoso lo del free tour. Para nosotros es una filosofía y tiene mucho de romántico, es un tour al que cualquiera puede venir”, comenta Sol Cernadas, una de las fundadoras de BA Free Tour en 2008. Junto a su hermano creó este emprendimiento y, según ella, es el primero que comenzó a trabajar con este concepto en el continente. “Cuando arrancamos la gente todavía viajaba con mapas, el boca en boca nos sirvió mucho para que nos conozcan”, recuerda. En su web se enorgullecen de haber acompañado a más de 50.000 viajeros a recorrer las calles porteñas.

La compañía de Chris Sandeman opera en 18 países alrededor del mundo. Fuente: New Europe Tours

Una de las características principales de los guías es su amor por los viajes, y esta misma pasión los llevó a familiarizarse con los free tours europeos. Así fue como, poco a poco, comenzaron a surgir cada vez más de estos emprendimientos. A diferencia del modelo europeo en el que los guías suelen pagar una comisión de las propinas que reciben a la empresa que los contrata, en Argentina la mayoría funcionan como cooperativas en las que se reparten lo recaudado y los gastos de promoción de los tours. Desde folletería hasta remeras o paraguas coloridos para identificarse suelen ser algunas de las inversiones principales de los que comienzan a operar en este mercado. Al mismo tiempo que se ocupan de sus emprendimientos, cada uno continúa trabajando como guía free lance por su cuenta.

“No lo hacen solo los mochileros sino también pasajeros que se hospedan en hoteles boutique. La gente hoy viaja de otra manera, hay un segmento de turistas que buscan pagar menos y hacer una actividad más descontracturada”, explica Gonzalo Profitos, fundador de Demasiado Tours. Si bien no suelen dar una referencia de propina, la mayoría coincide en que entre $100 y $150 es el promedio que la gente suele dejar al final de los tour. “En un tour privado quizás tengo el doble de ingresos que en un free tour, pero este sistema me da un buen flujo de pasajeros”, asegura Federico Luna que en 2014 comenzó con Gambeteando.

Si bien todos los caminos suelen conducir a Buenos Aires, otras ciudades importantes del país comenzaron a detectar la necesidad de tours económicos para los turistas que visitaban sus pagos y también se sumaron a esta tendencia. “Tenemos un grupo de WhatsApp con otros emprendimientos parecidos en Salta, Rosario y Mendoza para pasarnos consejos e ir comentando cómo le va a cada uno en su ciudad”, revela Stefano Reginato Rivelli que junto a su socia Daniela Vaca operan La Docta en Córdoba. El emprendimiento comenzó con tours a pedido y hoy en día realiza 14 recorridos cada semana. Paso a paso también se fue creando Rosario Free Tours, la cual nació como algo complementario a la escuela de español que Stephanie Cariker y Claudio Pellegrino tienen en aquella ciudad. “Nuestros alumnos nos comentaban que había tours económicos para recorrer Rosario, entonces empezamos haciéndolos con ellos y luego lo abrimos al público”, cuenta Cariker que hace más de 10 años decidió abandonar Joshua Tree, su pueblo en California, para mudarse por amor a la ciudad santafesina. Salta también tiene su tour a la gorra con Free Walks, que en su filial porteña afirma haber guiado a más de 150.000 turistas, mientras que Viví MZA hace lo mismo en la ciudad del buen vino.

La Docta realiza dos tours diarios durante toda la semana. 

Para los principales jugadores de este mercado emergente, la clave está en la actitud. “Caminando se conoce mucho más que arriba de un bus, nosotros intentamos que se sientan como un porteño más durante el tour y que estén en contacto con la cultura local”, afirma Profitos. A diferencia de los tours con precio fijo, en estos tours el guía debe valerse de toda su simpatía para ganarse al público durante el recorrido y que esto derive en una buena propina. “Tratamos de darle vida a la ciudad y transmitir la actitud del porteño”, agrega Cernadas. Recoleta, La Boca, San Telmo y Palermo son los lugares más buscados por los turistas para caminar durante un poco más de tres horas por las calles de la Ciudad.

Si bien corren el riesgo de que alguno se haga el distraído y haga el famoso “Paga Dios”, la popularidad de este sistema en el Viejo Continente ayudó a que descienda la cantidad de pasajeros que abandonaban el tour sin dejar ninguna colaboración. “Tratamos de mencionarlo de una manera simpática en nuestro speech de introducción como para dejarlo en claro”, expresa el creador de Demasiado Tours. Asimismo, Cernadas asegura que, hoy en día, los turistas “ya entienden que esto es un salario y no es solo una propina”. “Con esta modalidad vos te asegurás que vas a pagar en función de la calidad del tour, el guía sabe que recibe la paga en función de su desempeño”, resume Reginato Rivelli.

Durante los primeros cinco meses del año, 958.400 turistas visitaron la Argentina, según la Encuesta de Turismo Internacional. Esta cifra representa un 2,9 por ciento de crecimiento interanual. Los números son alentadores para los guías que auguran un crecimiento estable de este tipo de emprendimientos. Hay bastante competencia ahora, pero la torta es grande y hay lugar para todos”, destaca Profitos. Aunque aseguran que apuntan a un público distinto al de las agencias, muchos sueñan con, en un futuro cercano, dejar de funcionar como cooperativas para pasar a ser compañías de turismo que ofrezcan este servicio formalmente. 

Comentarios