Se conocieron en el 2008, en el 2011 se asociaron y comenzaron a construir edificios. Ambos vienen del palo inmobiliario: Cristian Fortunato, pertenece a una familia de constructores; Julián Genijovich, viene del real state de Miami. Ambos crearon Urban Estate sumando dos socios a la nueva empresa.
El cepo los puso a prueba en el mismo año de su lanzamiento y pilotearon la tormenta aterrizando en Montevideo, gracias a una ley que eximia de IVA la construcción y a los compradores se los liberaba de todo tributo sobre la propiedad durante 10 años.
“Fue el modo que encontró Uruguay de captar los dólares de los argentinos que no podían gastar en nuestro país, aprovechando nuestra restricción para reconstruir tres zonas muy viejas de Montevideo, donde nadie quería invertir hacía 25 años, allí construimos tres emprendimientos”, explica Cristian Fortunato.
Luego del éxito en la ciudad montevideana y tras el triunfo de María Eugenia Vidal, antesala de la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, los socios emprendieron el regreso a la ciudad de Buenos Aires en el 2014.
“Comenzamos a construir en Villa Urquiza, pero nuestro objetivo era poner un pie en Belgrano, un barrio que me gusta personalmente, porque con o sin crisis siempre hay plata y nos facilita mucho la venta de pozo del inversor y la reventa posterior al consumidor final”, precisa el socio fundador de Urban Estate, que lleva cuatro obras en Belgrano y una en Nuñez.
Poniendo la ventaja competitiva en la ubicación y los servicios, Fortunato detalla: “Tenemos un equipo muy fuerte en el área de servicios, nuestros inversores no solo compran un departamento, sino que a cada dueño le damos la opción de ‘customizar’. Ocho meses antes nuestro cliente puede elegir pisos, grifería, mesadas de baño y cocina e interior de placares. A esta personalización la llamamos: ‘Sistema de Upgrade’” y agrega: “copiamos de los uruguayos la posesión con ‘alhajamiento y conexiones’, esto significa que los dueños reciban el departamento con medidor de gas, luz, operador de cable e internet y sistema de seguridad. En definitiva, entregamos no solo el departamento funcionando, sino también el edificio. En aquellos de dos y tres ambientes, de un uso familiar, los propietarios tienen acceso a un SUM en la última planta, totalmente equipado. En nuestras obras de uno y dos ambientes, enfocados en parejas recién casadas y profesionales, la planta alta cuenta con un coworking equipado con heladera, microondas, cafetera y conexión a internet”.
Todos los edificios llevan la marca “Live”, con la misma estética y criterio de servicio: “Es un producto que funciona muy bien en tiempos buenos y de crisis, porque en Belgrano y Nuñez siempre se vende”.
Hablando de números
“El mejor negocio que ofrecemos no es la renta por alquiler, sino ingresar en pozo y revender al año sacando una diferencia sumamente atractiva. Volviendo a ingresar en otro pozo con una excelente ubicación, muy fácil de vender”.
Yendo a números concretos, la marca Live genera una renta mínima de 15% en dólares: “duplicamos lo que genera una Letra del Tesoro”, asegura el hombre fanático de Belgrano, como el barrio de CABA que asegura el negocio, aún en tiempos difíciles.