Leandro Piedrabuena (37) es un joven empresario que junto con su hermano Leonel (39), crearon Techaarg, la constructora de naves industriales que se expande hacia todo sector que demande estructuras metálicas.
Desandando la historia del binomio Piedrabuena, se entiende fácilmente el vertiginoso crecimiento de la gigante que nació en el fondo de su casa hace poco más de 14 años.
Ciertamente Techaarg no es producto de una extraña alquimia que sobrevive a los avatares argentinos, sino el resultado de una historia dominada por el virtuosismo de dos emprendedores con fuerte vocación al trabajo y visión comercial.
Un mano a mano imperdible que ON24 brinda a sus lectores con el protagonista de un caso de éxito.
¿Qué los llevó a desarrollarse como constructores de naves industriales?
Nada en especial, no venimos de esta rama. Estudié comercio exterior y mi hermano viene de una escuela técnica. Nos iniciamos haciendo trabajos de herrería, primero instalando rejas en ventanas, después cerramientos en cocheras, donde nos dimos cuenta que era mucho más redituable.
Luego llegó el ofrecimiento de un arquitecto para techar una escuela de Victoria y de allí nos ofrecieron cotizar un techo en La Matanza, donde terminamos viviendo un año con un equipo de seis pibes techando escuelas.
Vivíamos en un contenedor dentro del predio de la obra.
¿Valió la pena semejante sacrificio?
Nos fue muy bien. “Por deporte” los chicos de La Matanza fusilaban a piedrazos el contenedor todas las noches. Fue una buena experiencia.
Volvimos a Rosario, decididos a comprar un lote en el Micropark.
¿Cuál era tu idea?
Hacer un negocio que nos genere más plata para después sí poder invertir. Fue así como a los tres meses, vendimos dos lotes con la construcción de un galpón, es decir, dos llave en mano. Con el adelanto compramos el lote de al lado y los materiales.
Ese fue nuestro despegue para invertir en herramientas.
Hasta llegar al día de hoy a ocupar esta planta de calle Biedma, ¿de cuántos metros cuadrados?
Este predio tiene 13.000 metros cuadrados pero ya estamos construyendo nuestra planta propia en Park Empresario sobre una superficie de 20.000 metros cuadrados, donde nuestra idea es automatizar los procesos con tecnología avanzada.
¿No te asusta la expansión, plantar capital en una planta que casi duplica la superficie actual, en un país de alto riesgo como Argentina?
¿Qué me puede asustar a los 37 años?
No me puedo quejar de mi país. Hace 14 años atrás andaba en bicicleta, hoy manejamos una empresa con 200 empleados y peleamos licitaciones con grandes jugadores de este mercado.
Entramos con obras en Nestlé, AGD, Terragene y ya pisamos el sector de la minería, un mercado altamente exigente.
¿Cuál es la ventaja competitiva para ganar la pulseada a los grandes?
Nuestro valor agregado es cumplir desde la primer hasta la última necesidad, no tercerizamos nada, estamos arriba de todos los procesos, desde el movimiento de suelo hasta levantar una nave. Eso nos hace manejar todos los costos y bajarlos hasta ciertos niveles donde la competencia muchas veces no puede.
No sabía que se encargan además del movimiento de suelo
Justamente nuestra marca es tan fuerte en la construcción de naves industriales que esa especialización opaca esta otra función para la cual estamos muy preparados y trabajamos actualmente. Tenemos 30 equipos para movimiento de suelo y estamos a la espera de dos retroexcavadoras más.
En estos momentos estamos dividiendo las dos empresas para levantar el perfil de esta última.
Tenemos el equipamiento y la capacidad para trabajar en obra pública y el desarrollo de nuevos barrios privados, además de parques industriales.
Ese ir por más denota una política comercial agresiva, ¿es así?
Me siento cómodo en este rol. Con la ventaja de mi hermano enfocado en la ejecución de las obras, yo salgo a buscar clientes de gran escala.
En pleno crecimiento nos enfrentamos con diversas contingencias, trabajando con un personal joven dentro en un sector pesado y rígido de la construcción. Buscamos la disciplina laboral acompañado de la innovación y fuerza que trae nuestro equipo que no supera los 40 años.
Por lo que veo te seduce particularmente el sector minero
Es el futuro y nos estamos preparando.
Pero allí ya jugas con exigencias internacionales. ¿Están certificando?
Sí, estamos en pleno proceso de certificación de las Normas ISO 9001.
Sí, estamos en pleno proceso de certificaciones de gestión, calidad e innovación.
Buscamos calificar no solo en normas ISO 9001, sino también en AISC Fabricator para la construcción en acero y a largo plazo ser una empresa B acompañando lo social, económico y ambiental que exige la conciencia social actual.
¿Qué otros sectores tenés en vista?
Techaarg ya entró en el sector minero y va por Vaca Muerta
En Vaca Muerta se están demandando viviendas, ¿entrarías en ese mercado?
La construcción de viviendas con estructura metálica a escala es rentable. En marzo estamos viajando al sur.
¿La construcción de estructura metálica entonces es aplicable a todos los sectores? Los veo también trabajando en Villa Margarita
Correcto, estamos trabajando en un complejo comercial y de oficinas de Fisherton.
La estructura metálica es un sistema ágil y limpio aplicable a cualquier producto.
Es el futuro de la construcción.
Algunos proyectos:
