Las empresas petroleras están inquietas a la espera del techo que encuentre el dólar, y, lógicamente, de alguna señal más clara por parte del gobierno.
Todas miran la pizarra de YPF, la estatal que se lleva la mayor porción del mercado y que actúa, por consecuencia, como referente del precio de las naftas.
Con un dólar que hoy marca $60 para la venta, las petroleras quieren subir el precio, de hecho, ya lo hicieron con los lubricantes, bloqueando en sus listas todo tipo de descuentos y promociones que funcionaron hasta el viernes pasado. Léase: hay despacho de lubricantes, pero a precio de lista, sin los descuentos ofrecidos hasta la semana anterior.
Según los especialistas, en un escenario con Mauricio Macri compitiendo en las elecciones de octubre y un dólar que termine por estabilizarse, el gobierno contendría la suba a través de YPF.
Todo es en el marco de la especulación con la información del momento. Como dijera un empresario local consultado sobre la difícil coyuntura: “Hay que esperar a que el muerto se enfríe”.
