La cadena de panaderías y confiterías Sablé París, que viene mostrado una potente expansión desde hace tres años en Rosario con nueve locales, decidió frenar las licencias de franquicias en la ciudad (hoy tiene seis vigentes). No obstante, evalúan continuar desembarcando en otras provincias del país e incluso fuera de fronteras, aunque para eso “queremos ver si se normaliza un poco todo y se empieza a ver un horizonte más claro”.
Así lo indicó el titular de la firma, Cristian Bressan, en dialogó con ON24, donde habló de la proyección de marca, la crisis económica, los costos laborales y la pérdida de rentabilidad, así como también explicó por qué la marca no ha desembarcado aún en Puerto Norte.
¿Cómo está reaccionando la marca ante el escenario macroeconómico, con fuerte inflación, devaluación y caída de la actividad?
A nosotros, todavía no nos ha golpeado. La gente sigue yendo a los locales e incluso sumamos variedades de desayunos: antes teníamos seis y ahora tenemos nueve; armamos una carta saludable de desayunos y meriendas, que incluye 20 variedades de tragos fríos, y que ya está disponible desde la semana pasada para el verano. Es una propuesta analizada con un chef, una nutricionista y en conjunto con el COT (Centro de Ortopedia y Traumatología). También incorporamos cinco variedades de hamburguesas.
¿A qué obedece esta respuesta del público, pese a la crisis?
Siempre estamos agradecidos a la respuesta de la gente. Pero también nosotros como marca nunca nos quedamos quietos. Tenemos una tarjeta con unos 4.000 socios, a los que todos los meses les generamos beneficios, sorteamos entradas para ver los partidos, brindamos descuentos continuamente en productos para llevar, hicimos convenio con Newell´s y Central para ofrecer descuentos a los socios: vivimos generando beneficios internos a nuestros clientes. Y además, renovamos la carta cada uno o dos meses. Tenemos propuestas muy fuertes para mantener al cliente muy fidelizado con la marca.
¿Y tampoco notan una merma en el ticket promedio?
No, lo que sí hay es una pérdida de rentabilidad, porque no podemos aumentar el precio al mismo nivel de los costos, porque si no, no vendría nadie. Mantenemos el volumen de público, pero si antes ganábamos 10, ahora ganamos 7.
Veía en la Web de la marca que no están otorgando más franquicias. ¿A qué se debe esta decisión?
Es una medida que tomamos hace tres o cuatro meses porque creemos que para Rosario y la zona está medio saturado de locales. Con el número que tenemos actualmente ya estaría cubierto. Quizá habría que empezar a buscar otros horizontes.
¿En qué lugar, por ejemplo?
Fuera de Rosario y de la región.
¿Cómo proyectan el plan de expansión para 2019?
Es un tema que lo estamos analizando mucho. Estuvimos viendo Buenos Aires, Córdoba, Salta y Tucumán. Incluso no descartamos Chile. Hay muchas puertas abiertas, que vamos a evaluar en los próximos meses.
¿De qué va a depender la apertura de nuevas sucursales en esas zonas?
La verdad que nos está desgastando mucho el aumento de los costos, que nos lleva a tener el foco puesto más en cuestiones ajenas a la marca que en el crecimiento del negocio. Entonces, es una evaluación que estamos haciendo para ver si seguimos creciendo o no. Queremos ver si se normaliza un poco todo y empieza a ver un horizonte más claro.
¿Soñaban con una cadena nacional de la marca y hoy eso lo ven más alejado?
El emprendedor es un soñador por naturaleza. Nosotros siempre pensamos en crecer y convertir esto en una cadena nacional e incluso cruzar alguna frontera. Pero lo más complicado de esto es mantenerse en el tiempo, más que abrir locales.
¿Por qué la marca nunca terminó de desembarcar en Puerto Norte?
No vemos todavía un potencial allí, porque no tiene el flujo de gente que nosotros necesitamos para lograr el recupero de la inversión del local. Nuestras inversiones necesitan una facturación promedio diaria para recuperarla en un tiempo que nosotros estimamos en dos años o un poco más. Pero de acuerdo al monto del alquiler y a la facturación mensual proyectada, ese recupero se nos duplicaría, lo cual nos hace inviable el negocio.
Hubo un amague el año pasado, ¿no?
Varias veces hicimos el intento, porque nos llamaron dueños de locales, pero la realidad nos dice que la ecuación no nos da. Podría ser con una franquicia, pero no es nuestra idea abrir un local con nuestra marca y que a los tres años nos diga que los números no dan.
REDACCIÓN ON24