“Esta semana será un verdadero test, porque veremos quienes pueden pagar los sueldos y quienes pondrán el grito en el cielo cuando el gobierno confirme la prórroga de la cuarentena”, apuntó el economista Martín Tetaz.
Siguiendo su opinión, “habrá tensión con los sindicatos en las medianas y grandes empresas porque las patronales solicitarán reducciones salariales en línea con lo pedido por los petroleros, que propusieron pagar 50% de los compromisos, o las concesionarias de autos, que plantearon abonar el 70%, porque las empresas que no facturarán por la cuarentena, que cancelarán proyectos por el derrumbe del precio del petróleo o que venderán mucho menos por el desplome del consumo de servicios turísticos o de otros afectados por la cuarentena, pero también los que venden bienes durables cuya demanda se desmorona por la incertidumbre, no podrán de ningún modo seguir sosteniendo los mismos niveles de erogaciones”.
UNA FANTASÍA
De acuerdo con el economista, “pensar que una economía que produce al 50% puede pagar salarios al 100% choca con las matemáticas” y “es una fantasía”. Al principio “algunos sectores pueden cubrir pedidos bajando stocks, pero esa estrategia tiene los días contados; si la economía produce menos bienes de los que consume el único que puede ajustar la diferencia es el sector externo y al país tampoco le sobran dólares”.
“LA CUARENTENA ÓPTIMA”
Tetaz afirmó que el desafío es calibrar la duración de la cuarentena a fin de evitar que los resultados económicos empeoren.
“En la medida que la cuarentena se empiece a cobrar bajar económicas y tengamos noticias de familiares que perdieron el empleo, amigos que tuvieron que cerrar el local, comercios que no pudieron depositar los sueldos y crónicas en los medios de gente que no puede pagar los servicios o el alquiler, la preocupación por la economía irá ganando lugar”, subrayó.
Y concluyó: “Como explicó hoy el Doctor Adolfo Rubinstein, tenemos que ver cómo podemos hacer para salir de la cuarentena. Sin apurarnos, porque explota el sistema de salud, pero sin extender la duración más allá de lo estrictamente necesario, porque explota la economía. Palabra más, palabra menos, es lo que los economistas denominaríamos “la cuarentena óptima”.
REDACCIÓN ON24