Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el esquema impositivo precisa de un profundo cambio.
“La presión fiscal se mide en términos del PBI. Vemos que entre los niveles del Estado (Nación, Provincia y Municipios) se encuentran entre el 35 y 37%, pero al haber mucha informalidad, aumenta al 42% sobre los sectores que pagan debidamente todos los impuestos”, dijo el investigador del instituto, Andrés Mir, en diálogo con CNN Radio Rosario.
Según el especialista, “tenemos dos tipos de problemas: los tributos distorsivos (impuesto al cheque, IIBB, etc.) y al consumo, que son muchos más regresivos porque impactan con fuerza en los sectores desprotegidos”. Y siguió, “es necesario recostarse más en impuestos a las ganancias, que son menos regresivos”.
“El gran problema es que nos acordamos de que el sistema está mal en las en épocas de crisis. Se intentó avanzar en algo con la reforma tributaria, pero es imposible hacerla con los niveles de gasto publico que tiene la Argentina; habría que marcar una senda para racionalizar el gasto publico y que los impuestos acompañen”, apuntó el investigador.
Consultado por si existe un sector que pueda repuntar rápidamente con una eventual baja de impuestos, Mir dijo que es un buen ejemplo el acuerdo que buscan empujar para la construcción. “Buscar un sector dinámico, con efecto multiplicador y rápida capacidad donde la ventaja impositiva se note rápido, puede ser un buen camino, pero debe ser transitorio para que no sea perjudicial para los demás”.
REDACCIÓN ON24