Una empresa rosarina comienza a industrializar la construcción de viviendas. Se trata de Galea, la firma de los empresarios Gabriel Gindin y Leandro Rozín, que capitalizará su trayectoria en el mundo de los fierros incorporando tecnología para la fabricación de estructuras que servirán para diferentes tipos de construcciones, reduciendo costos y tiempos de maneta notable.
Según comentó el apoderado de Galea, Diego Gindin, a ON24, la iniciativa surge de la identificación de un vacio en el mercado respecto a la provisión de soluciones habitacionales de gran envergadura. “Si bien hay empresas que ofrecen casas en serie, sólo tienen capacidad para entregar 3 o 4 por mes. Nosotros, con este tipo de estructuras podemos ofrecer hasta 100 casas en 90 días”.
La estructura a la que hace referencia Gindin tiene que ver con una modalidad que la empresa viene utilizando en diferentes proyectos, como por ejemplo, el hotel Sol de Funes, el cual se erige completamente sobre un esqueleto metálico. Muy innovador en su especie.
En este caso, Galea pega el salto hacia la industrialización de esa lógica a través de módulos estandarizados. “Eso nos permite fabricar en serie muchos tipos de estructuras. Por ejemplo, ahora estamos preparando un módulo para levantar un edificio de tres pisos, también los hacemos para cocheras (…) La gente viene, lo compra, y al otro día se lo lleva”. Estas estructuras, una vez armadas, se puede revestir con diferentes tipos de materiales como loza, ladrillo, paneles de durlock o vidrio.
Una de las aplicaciones de este tipo de estructuras en la construcción, son las cocheras ubicadas en Balcarce entre Córdoba y Rioja, al lado de la emisora LT3.
Además de atender el creciente mercado de particulares, Galea apunta a la articulación público privada para soluciones habitacionales. “Hace un año exacto, la consultora del Arq. Daniel Becker, Alan Whamond e Inti Alpert (la consultora creadora de Fideicomisos de Urbanización Social al Costo) nos propuso ser no sólo proveedores sino desarrollar una ingeniería de detalle y un proceso productivo que, en caso de éxito, pudiera dar respuesta a familias, desarrolladores medianos o grandes, y al sector bancario, que está muy interesado en financiar la vivienda masiva, para lo que hacen falta estándares de alta calidad”, concluyó Gindis.
REDACCIÓN ON24
