Mientras el sistema de medios de pagos de la Argentina se encamina cada vez más hacia los métodos electrónicos, el negocio de transporte de dineroparece orientarse hacia una concentración en pocas empresas con dos grandes jugadores como principales protagonistas.
Por lo menos, así surge de la operación anunciada por la empresa estadounidense Brinks mediante la cual se hace cargo del negocio de la firma local MACO.
Junto a Prosegur, que lidera el mercado, ambas se venían distribuyendo la mayoría de los negocios de este sector, que ahora quedará más concentrado casi de manera exclusiva en dos players. Más atrás quedarán las otras compañías que ofrecen este servicio como son Vingencia y Transplata.
Esto se debe a que Brinks Company informó la futura adquisición de las operaciones de MACO Transportadora de Caudales y se espera que el deal se cierre durante los próximos 30 días, si logra la aprobación de los entes oficiales de control que deberán analizar los pormenores del acuerdo.
De esta forma, las familias Mateu y Cosentino ceden el control de su transportadora de caudales a la filial local de Brinks Incorporated, que localmente emplea a 1.400 trabajadores, posee 16 sucursales y una flota de 200 unidades blindadas, además de ofrecer soluciones de seguridad.
Si bien localmente no hubo información sobre el monto en el cual se cerró la transacción, un cable de la agencia Reuters asegura que involucra cerca de u$s200 millones.
También agrega que las actividades de MACO –cuyo nombre se origina en las primeras letras de los apellidos de las dos familias propietarias– se integrarán a los de Brinks en la Argentina.
“Esta adquisición demuestra claramente nuestro compromisode ejecutar nuestro plan de expansión en Sudamérica, nuestro segmento de más rápido crecimiento y más rentable. Nos moveremos rápidamente para lograr sinergiassustanciales en los costos durante los próximos dos años”, señaló Doug Pertz, presidente y CEO de Brinks.
Según fuentes del mercado, la operación le permitirá a la firma estadounidense sumar más que nada presencia en el segmento del transporte de monedas, donde la firma local es la más fuerte, en tanto que Prosegur lidera el área de movimiento de billetes.
De hecho, MACO fue la principal proveedora de monedas a las grandes cadenas de retail durante los peores momentos de escasez, debido a que también ofrece el servicio de tesorotercerizado.
Esto le permitía y aún le permite recibir partidas de monedas de parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA), logrando así desarrollar un negocio rentable paralelo al del transporte de caudales.
Las familias Mateus y Cosentino fundaron MACO en 1992 para brindar servicios de custodia y depósito de valores, transporte de clearing bancario, cobro de títulos y valores, cheques, envío de remesas a todo el país y el exterior.
También se desempeña como agencia de investigacionesprivadas, informes comerciales servicios de vigilancia y seguridad privada.
Ambas empresas y también Prosegur vienen adaptando sus actividades al nuevo escenario de impulso de los medioselectrónicos de pago que fomentan las autoridades monetarias actuales con el objetivo de reducir la circulacióndel dinero en efectivo e incrementar las transacciones online.
Si bien se podría inferir que este cambio reduciría el negociode las transportadoras de caudales, lo cierto es que el Central también pretende un mayor peso del sistema financiero argentino para que extienda su presencia en lugares donde en la actualidad no atiende o no tiene en cuenta.
Y una de las herramientas para lograr esto es la expansión de la red de cajeros automáticos, no sólo los que pertenecen de las entidades financieras, sino también de los conocidos como “no bancarios”.
Un ejemplo es el acuerdo alcanzado entre YPF y Red Link para la instalación de 300 cajeros automáticos en las estaciones de servicio de la petrolera estatal.
Se sostiene que si bien YPF podrá cargar los llamados ATM, por sus siglas en inglés, con dinero de la recaudación de sus estaciones, también necesitará fondos adicionales, cuyo traslado será provisto por las transportadoras.
Si bien no tendrá protagonismo en la decisión de aprobar o no la operación entre Brinks y MACO, el Banco Central reguladesde 2013 la actividad de estas empresas, una atribución que heredó de la reforma de la Carta Orgánica que recién fue reglamentada el año pasado y que apunta a limitar, entre otros objetivos, las comisiones que las transportadoras le cobran a los bancos, los principales clientes de este servicio.