Sabor, historia y brindis en la esquina emblemática de Wheelwright y Paraguay

En una casona centenaria de valor patrimonial, se inaugura nuevo espacio gastronómico: vinos boutique, café de especialidad y cenas con identidad

La esquina de Wheelwright y Paraguay se transforma. Una de las casonas patrimoniales más emblemáticas de Rosario se prepara para abrir sus puertas con un nuevo y sofisticado propósito: Vinito, un bar de vinos boutique que combinará tradición arquitectónica con una propuesta gastronómica innovadora.

Ubicado en Avenida Wheelwright 1487, el histórico inmueble conocido como Casa Montserrat, será el escenario de esta nueva aventura culinaria. Un espacio que, tras haber sido escuela de joyería en el siglo XX y sede social del Club Atlético Newell’s Old Boys en los años 70, vuelve a reinventarse. Esta vez, como un refugio sensorial donde el vino, el café y la buena mesa se unen para crear experiencias memorables.

“La magia de Vinito está tomando forma. Estamos construyendo un sueño, copa a copa”, anuncian los emprendedores detrás del proyecto en sus redes sociales.

La gran apertura está prevista para mediados de abril. El lugar abrirá sus puertas desde la mañana hasta la noche, ofreciendo desayunos, almuerzos y meriendas, aunque su verdadera esencia se desplegará al caer el sol, con una cuidada selección de vinos argentinos y cenas inspiradas en sabores del mundo.

Lejos de tratarse solo de una apertura gastronómica, Vinito representa una victoria para la conservación del patrimonio local. En 2007, se proyectó la construcción de la Torre Britania en el mismo predio, lo que implicó preservar la estructura histórica de la Casa Montserrat. Este proyecto combinó arquitectura moderna con el legado patrimonial del edificio, respetando su esencia mientras se integraba con las nuevas torres vidriadas.

Anteriormente en el local funcionaba Basquiat Coffee Club, un bar que marcó una época con su panificación artesanal y café importado de Italia.

El comercio no solo rescata un inmueble histórico, sino propone un punto de encuentro para todos los sentidos.

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