Desde hace más de una década, las inversiones en Funes tomaron una dinámica por encima del promedio de cualquier otra ciudad argentina.
En los últimos años, la obra más llamativa, por la imponente estructura metálica que se levanta frente a la Autopista Rosario Córdoba, lindera al barrio Kentucky, es el hotel en construcción que encara el empresario Néstor Rozín, quien a partir de notas publicadas en otros medios sobre sus proyectos con apreciaciones que no fueron suyas, explicó a ON24 sus objetivos de negocios en esa localidad.
“Para comenzar a aclarar las cosas, la obra que comencé en Octubre del 2014 sobre la autopista Rosario Córdoba, es un hotel, no un shopping, como he escuchado muchas veces que se ha dicho”, destacó.
Con plazo final de obra para el primer semestre del 2018, el empresario construye “Sol de Funes” un hotel 4 estrellas superior de 106 habitaciones y una importante infraestructura de servicios: “Apunto a un hotel de campo que tendrá 3 restaurants, 5 salones de eventos, 2 piletas cubiertas y 3 de verano. De las 106 habitaciones, una es presidencial y 16 son departamentos. Dentro del mismo predio, además se construyen 32 casas de 2 y 3 dormitorios para alquiler temporario o venta”.
Las casas apuntan al perfil de matrimonios jóvenes o adultos mayores, gozando de los sistemas de seguridad desarrollados para el hotel, como así también del servicio de mucama, compartiendo además, el sector recreativo con piscina, solarium, lago y Club House.
Completan las obras de este complejo premium, un gimnasio de 450 m2 cubiertos e instalaciones para masajes y tratamiento anti-edad que prometen ser revolucionarios.
Un nuevo proyecto donde también hay cuestiones que aclarar
Días pasados se publicó acerca de un cambio de planes que el empresario le dio a un predio de más de 8,46 hectáreas.
“Al respecto me gustaría aclarar que yo no tengo una mala relación ni con el concejo ni con la municipalidad de Funes, en ningún momento dije que estoy cansado de la municipalidad, como he podido leer en algunos medios. Decidí subdividir ese predio en 6 lotes, no 4, como también se dijo por allí. También quiero enfatizar que no estoy hablando de obras que ya están en marcha, sino de proyectos que necesitan su debida autorización para que puedan transformarse en obras concretas”, enfatizó Rozín, quien pasó luego a detallar:
“Dividí esas hectáreas en 6 lotes dentro de los cuales: 30.000 m2 serían destinados a un campo de deportes del Colegio Sagrado Corazón con instalaciones que comprenden comedores y dormitorios para que puedan pernoctar entre 40 y 50 jóvenes. La intención es que el predio aloje delegaciones estudiantiles en el marco de intercambios escolares y deportivos.
Otro predio de 2.500 m2 tiene proyectado alojar una escuela de capacitación de oficios. Se trata de un espacio muy novedoso para restauración de muebles y objetos antiguos. Algo muy similar a un desarrollo que vi en San Isidro que funciona muy bien. Me gusta generar fuentes de trabajo y este es un espacio ideal donde se podrá vender lo restaurado y exhibir.
Un lote involucraría de 10.000 m2 para la instalación de un jardín de infantes, y una escuela de nivel inicial con un par de salones de eventos. Y, en el futuro, 16.000 m2 están previstos para el funcionamiento de una universidad privada.
Una última porción de tierra estaría afectada a una plaza con aparatos recreativos y donde hoy además funciona el reservorio”.
Así, Nestor Rozín, quiso poner blanco sobre negro una apreciable información que fue deformándose en algunos medios de la región.