Gabriel Redolfi es el titular de MSR Inversiones y Desarrollos. Los característicos cercos azules de su empresa, no solo predominan en las obras constructivas de la ciudad, sino que trascienden a la preservación de museos e icónicos edificios.
Se autopercibe como un actor social, determinación que lo impulsa a comprometerse con el desarrollo de su comunidad, tradición “pionera” tan propia de Rosario.
Como desarrollador tiene una visión a escala urbana del desarrollo de Rosario, la potencialidad de cada barrio, sus déficits, los sectores postergados y los sub desaprovechados. ¿Hacia dónde va la inversión de su empresa dentro de este análisis?
A la hora de comprar una tierra para construir me baso en tres ejes fundamentales: las condiciones actuales del lugar, qué servicios hay, qué accesibilidad tiene y su entorno. El segundo eje tiene que ver con su potencialidad, cuál es la tendencia del área, un sector que hoy puede estar estancado pero podemos avizorar un cambio; tercero, qué le vamos a aportar nosotros al lugar, ¿esa tendencia la vamos a reforzar?, ¿somos punta de lanza para nuevos emprendimientos?
Le doy un ejemplo muy reciente de esta última consideración. En calle Mitre al 500, levantamos un magnífico edificio. Nos jugamos invirtiendo en una cuadra bastante deprimida, había algunos locales antiguos, abandonados, en una de las esquinas había un edificio semi desocupado, frente a nuestra obra, funciona un service de automotores con horario limitado. Pero decidimos jugarnos por ese lugar, porque si bien su entorno cercano era débil, su macroentorno es fuerte, dentro del área central.
¿Cómo les salió la jugada?
En estos momentos se están construyendo tres edificios en esa cuadra, capitalizamos ese microentorno, abrimos camino y afortunadamente, en lo que a nuestra empresa respecta, le fue muy bien con la venta de esa obra.
Otro ejemplo es nuestro edificio de 27 de Febrero y Buenos Aires, en un momento no daba para abrir esa frontera, pero una empresa colega lo hizo y nosotros seguidamente construimos. Hoy 27 de Febrero es la nueva frontera a conquistar en Rosario, nuestro edificio está en la octava loza de un total de trece y está vendido en un 70%.
Hay muchos sectores con potencialidad: la zona del Parque Habitacional Ugarteche, el sector de Tribunales, el Parque España, República de la Sexta, los boulevares, especialmente Av. Francia.
A juzgar por la marcada presencia de MSR, es su corredor preferido
Es un gran corredor urbano A con posibilidad de levanta planta baja y 12 pisos cerca del centro y la gran movida que experimenta la ciudad hacia zona oeste.
Sobre Av. Francia compramos en la intersección con Rioja, y ya contamos con edificios sobre el mismo corredor en las calles Mendoza, Córdoba, San Luis y 3 de Febrero. Todas las obras se comercializaron excelentemente.
¿Cómo viene el proyecto de MSR en Puerto Norte?
Estamos esperando los permisos para comenzar a edificar. En cuanto a su comercialización venimos muy bien con una pre venta cercana al 40%.
¿Qué peso le otorga a la inseguridad, ya estructural, en las decisiones de inversión?
No es un parámetro menor. Se gastan muchos recursos en seguridad, desde el robo hormiga, a cámaras y alarmas en obras. Tenemos un servicio de seguridad interno con unidades recorriendo obras en forma permanente.
La inseguridad ya es un fenómeno de competencia de toda la sociedad. Creamos inseguridad cuando no hay trabajo, cuando hay corrupción, cuando los jóvenes no ven un futuro, cuando hay inestabilidad económica.
¿Cuál sería el aporte del sector empresario?
No podemos suplir a la policía, ni a la justicia. Nuestro aporte tiene que ver con la creación de puestos de trabajo.
Somos actores sociales, capacitamos, pagamos sueldos, aportes jubilatorios y obra social.
Cuando una persona está sin trabajo, o tira de un carro o tira de un gatillo; quien da trabajo, quien pone capital al servicio de la producción está creando seguridad.
La inseguridad es un laberinto y de los laberintos se sale por arriba, se sale con visión integral. No podemos reclamar solo más policías.
Lo llevo a la antesala de las próximas elecciones: ¿Le generan alguna expectativa? La irrupción de Javier Milei y un nuevo fanatismo, esta vez anti K
Milei me genera sentimientos encontrados. Desde lo negativo, me da mucha tristeza que un país necesite de un líder mesiánico para poner las cuestiones de fondo sobre la mesa, cosa que debió hacer la dirigencia política de carrera.
Lo positivo es que sacudió la estantería y hoy esos temas se están planteando.
¿Qué pondría usted sobre esa mesa de discusión?
Ante todo la necesidad de un pacto social para llegar a un plan y salir de las medidas de emergencia. No se puede trabajar solo sobre tarifas, o cepo cambiario, la discusión debe darse a un nivel mucho más alto.
Los empresarios de cada sector debiéramos ser citados para aportar de lo nuestro. ¿De qué sirvió la ley de alquileres que ahora se intenta cambiar? Se sabía de antemano que no iba a funcionar, porque no se arregla el problema de fondo que es la gran inequidad social.
Lo mismo ocurre con la renta inesperada, otra barbaridad, gravar sobre lo ya gravado. Ya pagamos Impuestos a las Ganancias, y si un año se gana más, pagamos en consecuencia más.
Insisto que el debate que hay que dar pasa en cómo bajar el gasto del Estado, cómo liberar a las fuerzas productivas que generan trabajo, cómo fortalecer a las economías regionales, cómo reforzar el tejido social.
Como dije antes, de los laberintos se sale desde arriba, en este caso con una visión macro, con un plan. Permítame graficar la situación desde mi profesión: arrancamos por el marco de la cocina sin tener proyectado el edificio.