El sector automotriz en la provincia de Santa Fe ha experimentado un repunte positivo en el mes de julio, con 42.892 mil patentamientos, según informó Jorge Pesado Castro, representante de ACARA en la región. Este incremento se da luego de un mes de junio que vio una caída a 30 mil unidades justificada en cierta medida por el feriado largo que afectó la actividad en las concesionarias.
Pese al cambio de tendencia, Pesado Castro apuntó en diálogo con CNN Radio Rosario, que la caída interanual acumulada en los siete meses transcurridos de 2024 está en torno al 20%. El 2023 cerró con 450 mil patentamientos, una cifra que ya se consideraba baja, dado que la infraestructura del sector está preparada para 800 mil vehículos. “La expectativa es que este año sean 350 mil”, afirmó.
El principal punto de quiebre de las ventas tuvo lugar en diciembre, según explicó el empresario: “Tuvimos una devaluación muy importante del 300%, teníamos una inflación del 200% y el impuesto país del 17%, todo eso hizo que los autos aumentaran casi de un mes al otro un 100%”.
Sin embargo, hay señales de recuperación. La caída acumulada del año es del 20% frente al 40% de principios de año, lo que indica una mejoría gradual. La producción agrícola de soja, crucial para la región, también juega un papel importante en la economía local y en la demanda de vehículos. “Esperamos que el segundo semestre nos vaya ayudando y quizás los 350 mil puedan verse incrementados en un poco más”, mencionó.
Conforme indicó, un factor determinante para alcanzar una mejora sostenida es la reducción de impuestos y el acceso a financiamiento más accesible. Actualmente, dijo, los automotores están gravados con un 54% de impuestos, lo que representa un obstáculo significativo para los compradores. Además, aunque las tasas de financiación de los bancos han disminuido, todavía no es suficiente para impulsar una recuperación completa. “En la medida que bajen las tasas y la inflación, esa va a ser la pata financiera importante que va a ayudar mucho”, indicó Pesado Castro.
Por último, señaló algunos signos positivos para el rubro. En primer lugar, subrayó la importancia de haber actualizado los términos del impuesto al lujo: “Hoy en día, tenemos una primera barrera de 29 millones y otra de 60 millones de pesos. Los autos de entrada de gama están entre los 20 y los 24 millones de pesos, así que hay una gran franja de automotores que no están grabados”. En segundo término, ponderó que “cada mes que pasa hay más facilidades para que las importadoras y las terminales puedan concretar operaciones”.