Hace pocos días Otto realizó su primera entrega: 50.000 latas de cerveza. Hasta ahí, nada fuera de lo común, hasta que uno se entera que la startup de San Francisco, que fue adquirida por Uber en agosto por US$ 680 millones, se dedica al desarrollo de camiones autónomos.
Y la entrega de estas latas de Budweiser fue, entonces, la primera realizada por un vehículo que se maneja solo. Por ahora, la tecnología busca ayudar a los camioneros, y no reemplazarlos: los camiones se manejan sólos únicamente cuando transitan sobre las autopistas, y así no tiene que lidiar con peatones, semáforos o esas personas que sacan a pasear sus autos una vez por semana.
Otto comenzó a desarrollar su prototipo en enero de este año y tuvo el primero listo para mayo. Luego lo probaron dentro del área metropolitana de San Francisco con seis camiones –cada uno tiene US$ 30.000 de desarrollo de hardware y software encima- y sus ingenieros continuaron ajustando el software. Y ahora llego la primera prueba comercial. El cofundador de la compañía, Lior Ron, dice que “la tecnología ya les permite realizar estas pruebas comerciales” y que “durante los próximos años seguiremos desarrollando la tecnología, para así estar preparados para enfrentar cualquier condición que los camiones puedan encontrar en las rutas”, según un artículo publicado por Wired.
Dentro del camión hay dos botones rojos que desconectan el sistema automático, uno cerca del volante y otro en la cucheta que está ubicada detrás de los asientos; y otro que lo conecta, por supuesto. Una serie de computadoras abordo transforma los datos en direcciones de manejo y un ingeniero de Uber chequea en tiempo real lo que ocurre durante cada viaje.
En los Estados Unidos, un camión autónomo es una necesidad más acuciante que la de un auto, porque la industria del transporte los necesita de manera urgente: los camiones transportan 70% del total de las cargas de todo el país (unas 10,5 mil millones de toneladas anuales) y faltan choferes. Hoy esa cifra es de 48.000 conductores faltantes, y fuentes del sector estiman que este número puede llegar a 175.000 en el 2024.
Un objetivo adicional es reducir la cantidad de accidentes: 400.000 camiones chocan por año y matan a 4.000 personas, según estadísticas federales. En casi todos los casos, la causa es error humano. “Creemos que las tecnologías autónomas mejoraran la seguridad, reducirán los accidentes y mejorar la eficiencia en la entrega de nuestras mercaderías”, sostiene James Sembrot, encargado de la logística en Anheuser-Busch, la empresa detrás de la marca Budweiser, que fue parte de esta prueba de Otto/Uber.
Por su parte, un vocero de la Asociación Americana de Camioneros, Sean McNally, admite que mejoraran tanto eficiencia como seguridad pero se pregunta si es prudente entregarle el control de un vehículo de 40 toneladas a una computadora. El gobierno federal, mientras tanto, aún no ha tomado cartas en el asunto, de acuerdo al artículo mencionado.
La idea es que los seres humanos sólo participen en los trayectos hasta y desde las autopistas, y por eso en Otto se están enfocando en mejorar el control del vehículo, como la aceleración y el frenado.