Federico Norman y Valentín Martínez Carbonell crearon la firma NM Capital en el 2015 y desde entonces vienen desarrollando proyectos inmobiliarios a un ritmo vertiginoso. Jóvenes y comprometidos, expresan sus convicciones con palabras simples y muestran sus resultados a través de una decena de proyectos exitosos financiados y culminados en tiempo récord.
“La base son las personas, los inversores, los profesionales y las empresas con las que nos asociamos para llevar adelante cada idea. Si hay algo que nos podemos atribuir, es haber tenido la suerte de conocer a los mejores para cada área clave”, aseguran.
Tienen claro que el timing para ejecutar un proyecto, sobre todo en Argentina, es fundamental. “Los vientos aquí cambian demasiado rápido para una industria que tiene su valor fundamental en el más perdurable de los bienes: la tierra, aquello inmueble, que no se puede esfumar por la mera especulación de los mercados, ya que es una realidad tangible, innegable y necesaria para vivir y producir. La embriaguez por la tasa de las letras y otros derivados financieros que hubo los últimos años, solo llevó a los agentes económicos a olvidar qué es aquello que verdaderamente genera valor agregado y permite crear un patrimonio duradero”, explica Norman.
Con una visión a largo plazo, usualmente invitan a sus inversores a nutrir proyectos inmobiliarios “que tengan fundamentals reales, ya sea en el plano de las residencias, o bien en productos como oficinas, locales comerciales y ahora también en industrias y depósitos para PyMes”.
Adaptarse rápido, mutar y no quedarse en la comodidad de lo que ya funciona, está en su ADN. “Tratamos de leer el diario de mañana y desarrollar proyectos en consecuencia. Es la única manera de poder ofrecerle una verdadera oportunidad al inversor. Claro que salir de lo conocido y estudiar todo el tiempo las novedades, no es simple de transmitir a cualquiera y menos de digerir”, agrega Martínez Carbonell.
Pero entienden que “en este país que carece de créditos hipotecarios, el inversor inmobiliario es el agente fundamental entre un desarrollador y un consumidor”. Razón por la cual se centran en “ofrecer productos útiles para el consumidor y por ende rentables para el inversor” y afirman que “ser desarrollador en este mercado exige mucha reacción y velocidad de ejecución”.
En pocos años demostraron que, con tenacidad, buenas ideas y equipos de trabajo a la altura de las exigencias, se puede crear una marca nueva con peso propio en un mercado muy competitivo, a fuerza de desarrollar siempre productos desafiantes que logren transformar la arquitectura de la ciudad y la realidad de los consumidores.
Condos Tierra Nueva, una aldea de condominios en Fisherton
“Departamentos en condominios con amenities y mucho verde en Fisherton sonaba arriesgado. Pero conocernos y asociarnos con el estudio de arquitectura Proyectta+ con quienes venimos trabajando codo a codo desde inicios del 2016, dio lugar a una saga fructífera de condominios para vivir mejor que todos los meses suma nuevas aristas y que terminó siendo mucho más que un proyecto: una mini ciudad”, señala Norman.
Este desarrollo urbanístico, ubicado a 100 metros del Carlos Pellegrini y a pocas cuadras de Los Pasos del Jockey, se caracteriza por su velocidad de ejecución y el gran nivel de aceptación de parte de los consumidores. Lo que los llevó en pocos años a desarrollar 11 proyectos, entre ellos Condo 7, próximo a entregar, que cuenta desde departamentos tipo loft hasta penthouses; o el reciente lanzamiento Tierra Nueva Open Mall que albergará locales y oficinas desde 36m2 a 600m2. Por el momento son más de 30.000m2 en cartera, dentro de un masterplan que tiene una proyección de 1500 unidades y 80.000m2 de construcción.
Alberdi, la promesa verde contra el río
“Si los departamentos en una zona clásicamente residencial como Fisherton fueron un éxito, había que probar la fórmula en Alberdi también”. Así fue que junto a Proyectta+ hicieron “cabecera de playa” en el 2019 sobre un terreno con excelente orientación emplazado ni más ni menos que en calle Álvarez Thomas frente a la Plaza Santos Dumont. Antes de fin de año, se entregarán las primeras unidades del edificio Dumont 1, y lo seguirá Dumont 2 cuyas obras se iniciaron durante la pandemia, “contra viento y marea”. “Tenemos también un proyecto en la barranca, que pronto será una realidad”, anuncia Martínez Carbonell.
La industria, actor fundamental para la salida de la coyuntura
La relocalización de industrias y PyMes es un proceso continuo desde el macrocentro de Rosario hacia la periferia. Sobre todo en una ciudad cuyo hito fundacional es el comercio y por ende la expansión constante.
Con esta premisa, iniciaron durante este año el desarrollo de Condo Depot. En las inmediaciones del estadio mundialista de Hockey, cercano a los Pasos, adquirieron 14.000m2 de tierra para desarrollar naves, galpones y depósitos llave en mano para todo tipo de empresas. Con la lógica de adaptarse a cada necesidad, ofrecen galpones desde 60m2 hasta 1.500m2. “pensamos fuera de la caja, y tratamos de crear una solución inmobiliaria íntegra, que abarque desde una gran baulera en un sitio con las instalaciones y condiciones para ello, hasta una planta de 2.000m2 y 10m de altura para radicar grandes industrias”, desarrolla Martínez Carbonell.
“La reacción de la demanda fue rotunda. Por esa razón estamos trabajando puertas adentro para tener mayor escala y consolidar otro desarrollo logístico en Circunvalación y Autopista Buenos Aires”, agrega.
A pesar de las condiciones sanitarias, insisten en que la construcción se adapta a los nuevos protocolos de obra, en pos de “cuidar la salud y no perder tiempo para poder hacer realidad todo este desarrollo industrial durante el año 2021”.
“Las lecturas de historia económica enseñan que en toda crisis hay oportunidades. Siempre se salió, las sociedades superaron los peores momentos y mejoraron todos sus índices con creces, desde sanitarios hasta económicos. Un inmueble se idea hoy, pero se utiliza dentro de 18 meses. Es una industria que exige la madurez de no desesperarse por el corto plazo, sino aventurarse por el largo plazo, entendiendo cuándo entrar y cuándo salir. Que la coyuntura no tape la realidad. La pandemia va a pasar, el consumo retornará. El momento de invertir es hoy, y así lo demuestran tanto los índices de costos, como de ciclos económicos”, concluye Norman.
Lo cierto es que estos jóvenes emprendedores de menos de 35 años prueban con hechos sus enunciados y paso a paso, sin prisa pero sin pausa, ya están dejando su marca registrada en la ciudad.