Según el CEO de Pilay, Luciano Morad, la competitividad en el mercado privado de la construcción obliga a las empresas a prestarle atención a las ineficiencias, para no quedar afuera. No obstante, la incertidumbre de un hecho tan inusitado como un pandemia, no ofrece el mejor contexto para los negocios en el que -según afirma- hay buenas y malas según en caso.
“Imagínense un obra en la que ya estaba comprado el terreno -que son en dólares y tienen una alta incidencia en el valor total del departamento- y después no sabés qué va a pasar. Todo eso genera ineficiencias en las empresas, lo cual termina pegando en la rentabilidad de los proyectos. Y al estar muy competitivo el mercado, las rentabilidades están al borde y cualquier ineficiencia te deja afuera de un negocio” aseveró Morad en una videoconferencia con la prensa.
Respecto a las ventas y el interés de los consumidores, el ejecutivo dijo que “hay de todo”. Y explicó, “el ladrillo siempre es un buen negocio, pero hoy aparecen ofertas que son ridículas. Hay gente que porque tiene dólares cree que puede ofrecerte cualquier cosa”.
Además, para las desarrolladoras de proyectos de real estate -de acuerdo con el empresario- en los próximos meses puede darse un aumento de costos en las obras de luz, “porque los organismos provinciales están complicados, y cuando esto pasa se apoyan en las constructoras para que hagan parte de la inversión”.
REDACCIÓN ON24
