La ciudad de Córdoba no es ajena al deterioro que han sufrido las grandes urbes argentinas producto de la crisis económica agudizada con la cuarentena más larga del planeta. Como en todo el país, se ensayan modelos para recuperar el casco histórico dominado, tal como ocurre en Rosario, por centenares de locales vacíos.
El “modelo Córdoba” llevado adelante por la intendencia local se compone de varias acciones, en primer lugar obras de “maquillaje” para embellecer el espacio, acotando el paso de autos en ciertas arterias, dando lugar a las “supermanzanas”.
La segunda etapa ya entra en la búsqueda de una solución estructural que también se debate en Rosario: la repoblación del centro. En términos prácticos, la residencialización del área céntrica depende de una normativa que sea atractiva para las empresas desarrolladoras que a su vez deberán tentar con productos accesibles. En este sentido el municipio mantiene diálogos abiertos con las cámaras del sector comercial, y en especial con la Empresarial de Desarrollistas Urbanos (Ceduc), entidad con la que inició un espacio de trabajo sobre las normas constructivas que hay que promover para densificar el Centro, según indica el Diario La Voz, informando además que ambas partes ya coinciden en varios ejes, uno de los cuales implica autorizar “microdepartamentos”, unidades de vivienda que podrían rondar los 22 metros cuadrados, la mitad de lo mínimo hoy permitido (42 m2). De este modo, las constructoras aseguran que estas unidades ideales para jóvenes o parejas sin hijos podrían rondar los U$S 30.000. Compensando las superficies pequeñas, los desarrollistas apuestan a amplios espacios comunes, tipología que ya es muy común en los nuevos proyectos rosarinos.
Otra novedad que apunta el informe del diario cordobés, es la habilitación por parte del municipio para reconvertir en lugares de vivienda los edificios que hoy albergan oficinas, bajo el formato de lofts. Ahí el desafío es la adaptación de esos espacios a las condiciones de ventilación, luz e infraestructura que requiere un lugar donde se vive.
El Ejecutivo municipal planea tener listos en dos o tres semanas los proyectos de cambio normativo para enviar al Concejo Deliberante, ámbito donde se definirá si el “modelo Córdoba” se llevará o no a la práctica.
