El mundo cambia y no espera, y en la esfera de los negocios, no acompañar esos cambios puede resultar en una pérdida de competitividad y posicionamiento. Con el advenimiento de internet, y más aún de las tecnologías digitales aplicadas a la telefonía móvil, se ha modificado profundamente tanto las formas en las que un producto se produce y se vende como también la de su consumo y valoración por parte del usuario, y por ende en la forma de relacionamiento entre ambas partes de la ecuación.
Aún así, lo que parecería ser un camino obligado para las empresas, muchas veces no es transitado por los miedos que existen a enfrentarse a esta transformación digital que avanza a pasos agigantados a nivel mundial.
“Existen muchas razones por las que una empresa no se anima a transformarse digitalmente”, explica Ignacio Sanseovich, director de negocios de Tecso, la cooperativa de software más importante de Latinoamérica, con más de 17 años de experiencia acompañando a empresas y gobiernos en procesos de transformación digital. “Lo primero que hay que entender es que este proceso es mucho más que modernizar un sistema o contratar o poner a punto un hardware o un software, es una transformación cultural, un cambio de cabeza desde la dirigencia hacia todos los puntos de una organización”, apunta.
Es que justamente, a medida que aparecen nuevas tecnologíaslas organizaciones tienen una oportunidad de crear nuevas unidades de negocios, de mejorar sus procesos y estrategias de negocios, servicios y productos, para generar un diferencial que implemente esta transformación digital. “El cambio no es sólo tecnológico, sino que tiene que ver con las personas que forman parte de la organización y su reconversión cultural”.
Las organizaciones necesitan así superar algunos miedos para ponerse al día y potenciar sus productos y servicios. A continuación, Sanseovich comparte 5 puntos clave para superar los temores.
- “Nos falta capacitación, conocimiento, por lo que no estamos en condiciones de transformarnos digitalmente”
“Capacitarse es fundamental y debe ser un ejercicio continuo para mantener nuestro trabajo lo más actualizado posible”, dice Sanseovich quien no duda en que el foco debe estar puesto en el personal de la organización que conocen la historia y cada detalle de su funcionamiento. “Son ellos los que saben lo que se hace bien y lo que se puede mejorar”, señala. En este punto es clave encontrar un partner tecnológico para llevar adelante el proceso de transformación digital.
- ¿Por qué tendría que salir de la zona de confort? ¿Si estamos bien, por qué vamos a cambiar?
“Es natural que innovar genere miedo, porque nos enfrentamos a nuevos y desconocidos desafíos, pero innovar no significa solamente la creación de un producto disruptivo, sino que también hace referencia a pequeños cambios que puedan generar valor agregado dentro de la organización o en los productos o servicios que ofrece” explica Sanseovich, al tiempo en que señala que “darse cuenta a tiempo que el mercado cambia, y a veces muy rápido” es bueno para poder reaccionar y no perder campo de acción ni conexión con los clientes.
- El papel y los soportes físicos me generan más confianza que lo digital
“Aquí nos enfrentamos a una traba generacional, a un acostumbramiento a hacer las cosas de una determinada manera”, argumenta el directivo de Tecso al explicar que el cambio de “lo físico a lo digital” genera incomodidad, duda, temor y desconfianza, especialmente en aquellos líderes que no son nativos digitales.
“Basta analizar la cantidad de cambios en nuestros hábitos y conductas que trajo la aparición de internet para darnos cuenta que es necesario también aplicar esa transformación en nuestra organización y al mismo tiempo ver con la naturalidad con la que los jóvenes se desenvuelven con la tecnología. Ellos no dudan en hacer tramites online, ingresar datos y tarjetas de crédito, buscar trabajo o productos y servicios online”. Así Sanseovich apunta a que pronto, la totalidad de los usuarios y potenciales clientes tendrán naturalizadas estas formas de buscar, consumir y producir, y es por eso que las organizaciones tienen que hoy estar trabajando para no quedarse afuera del partido en los próximos años.
- Aplicar cambios tecnológicos es algo muy costoso y lejano a mis posibilidades
Es muy frecuente escuchar este argumento, y también es real que implementar tecnología tiene un costo de inversión, por lo que es imperativo dejar de pensarla como un gasto, ya que en poco tiempo ofrecerá, en la mayoría de los casos, de un gran recupero. “Es cierto que si una organización que tiene como público objetivo a personas de 55 años de edad en adelante, esta inversión no sea tan urgente, como sí para aquellas que apunten a los más jóvenes, pero de todas maneras, a todas las empresas les llegará el momento de transformarse digitalmente para no quedar desfasadas y obsoletas.
- ¿Cómo sé que estoy decidiéndome por el mejor sistema que puedo implementar?
Por supuesto, no hay una única respuesta, ni un único sistema que se adapte a la multiplicidad de necesidades de una empresa u organización. Existen tecnologías para distintos momentos y el tipo de negocio en cuestión. “Aquí la clave es focalizar en tu negocio, analizar tus necesidades, buscar e investigar, pedir ayuda y desarrollar de acuerdo a ese análisis de situación. Seguramente es necesario descubrir y comenzar un trabajo mancomunado con un partner tecnológico que ayude a interpretar, analizar y desarrollar las herramientas necesarias para fortalecer y potenciar la transformación de la empresa”, concluyó.