La historia de la Zona Franca Santafesina (ZFS) es un derrotero plagado de dificultades. El proyecto surgido en 1992 durmió durante más de dos décadas en los cajones de las sucesivas administraciones provinciales y nacionales, y hoy aguarda por las últimas habilitaciones para ponerse en marcha.
“La ZFS venía de tres intentos fallidos de adjudicación porque los pliegos planteaban inversiones faraónicas, que ni siquiera eran pensables para el continente. La licitación se hizo en el año 2010, en ese momento, la Provincia apuntó a armar un proyecto ejecutivo que fuera más atractivo para los inversores, pero que después tuvimos que cambiar casi por completo”, explicó el presidente de Zofravilla (el concesionario del emprendimiento), Guillermo Misiano.
Según el empresario, “el pliego estaba de cabeza respecto a lo que requería la Aduana”, a lo que se sumó un cambio de gobierno nacional que modificó la óptica. Al día de hoy, “si bien la Zona Franca tiene la habilitación, lo que nos queda es el trámite de recepción de las obras por parte de la Provincia y la posterior habilitación comercial”.
“Va a ser imbatible”
“Hemos logrado que confíen en que la ZFS va a hacer un gran atractor de nuevos negocios, sobre todo en el tema de servicios del sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires. Esta zona, por su posición en la Hidrovía, va ser imbatible en términos logísticos”, confió Misiano.
La confianza de los inversores en el proyecto se corrobora al ver los números, el concesionario –que tiene una fuerte injerencia del PTP Group- cuenta 11 millones de dólares puestos en el negocio y apuesta a una fuerte reinversión de las utilidades.
“Este es el momento, porque la Hidrovía está funcionando y es el motor de crecimiento de la parte central de América del Sur. Muchos no se dan cuenta, pero a un estado como Mato Grosso do Sul (Brasil) que tiene una producción de granos que duplica a la de Paraguay, y el stock de cabezas de ganado que tiene la Argentina, le queda más cómodo, rápido y barato salir por la Hidrovía que por los puertos oceánicos de Brasil”.
“Toda esa mercadería necesita servicios e infraestructura de logística –afirmó Misiano-. Un lugar donde hacer el cambio de barcazas a barcos, siendo la ZFS la mejor zona para eso, por estar en el corazón del volumen de negocios”.
Segunda etapa
A pesar de todavía no poder operar formalmente, el concesionario ya avanza en la segunda etapa del proyecto, que consiste en un avance agresivo hacia el río. “La Zona Franca sin puerto no sirve. En el pliego figuraba como facultativo, pero nosotros vamos a hacer uso de la opción y estamos tramitando el permiso ambiental para construir un puerto multipropósito”, comentó Misiano.
El interés en desarrollar un puerto no es casual, dado que es el corazón del negocio de servicios logísticos del PTP Group, que tiene inversiones estratégicas en Paraguay y Uruguay. “Nuestros accionistas ven el proyecto de la ZFS como potenciador de los que ya tenemos funcionando, por lo que vamos a financiar las obras con recursos propios”.
Entre los trabajos ya realizados se cuenta un depósito de almacenaje multipropósito, cuyo objetivo es seducir a posibles clientes para que puedan operar dentro del predio sin tener que realizar inversiones de arranque. En el mientras tanto, la operatoria portuaria se canalizará por Rosario o San Nicolás, siendo la primera la opción la más viable: “Rosario nos da la posibilidad de operar cargas a granel y en contenedores, que es el tipo de carga que más se beneficia”, subrayó el empresario.
Una vez que el proyecto quede habilitado, la estrategia comercial será cautelosa. “Tenemos que ser muy prolijos y trabajar conservadoramente desde lo comercial. Por eso decidimos frenar un poco ese aspecto hasta tanto tengamos las habilitaciones, comencemos a operar con los clientes que ya tenemos y aceitemos el circuito con el Ente de Zona Franca y la Aduana. Luego saldremos a reflotar los contactos, porque hay mucho interés”, concluyó.
REDACCIÓN ON24
Por Mariano Fortuna