Llega a Chile y da el primer paso para su gran expansión regional

La foodtech de alimentos congelados 100% digital desembarcó en Santiago de Chile con la oferta de productos meat free más amplia del mercado. Hacia mitad de año se lanzará en Sao Paulo y proyecta conquistar Estados Unidos para fines de 2021.

Desde el lanzamiento de Frizata hace dos años, la visión de sus fundadores Adolfo Rouillon y José Robledo fue llevar la compañía a todas las grandes ciudades del mundo. De esa manera, la apuesta de los emprendedores es cambiar la experiencia de la comida de todos los días, volviéndola más simple y equilibrada, con la tecnología y la innovación como aliadas. 

Presentes en cinco ciudades de Argentina, la foodtech de alimentos congelados acaba de dar el primer gran paso de su plan de expansión regional. Frizata desembarcó en la ciudad de Santiago de Chile para dar respuesta a la pregunta ¿qué comemos hoy? y revolucionar la forma de comprar y consumir los alimentos de todos los días, con una propuesta que este año alcanzará los 100 productos.  

El plan de internacionalización viene de la mano de un importante crecimiento del equipo. Frizata incorporará 50 personas en diferentes roles como atención al cliente, data insights, data analytics, tecnología, Investigación y desarrollo de alimentos, calidad y procesos, entre otros. 

Este es el primer paso hacia la conquista internacional: hacia mitad de año desembarcará en Sao Paulo, Brasil y para fines de 2021 habrá llegado a Estados Unidos. 

La compañía cuenta con una variedad de categorías de productos pensada para los consumidores flexitarianos (aquellos que buscan reducir el consumo de carne sin eliminarlo completamente) y así Frizata se convierte en la empresa que ofrece mayor variedad de alimentos meat free en Chile. Esta línea de productos recrea la experiencia de comer carne pero sin carne. 

Venimos a romper con el molde de las frozen food. Disruptiva en la cadena de valor, con alimentos únicos que solo se encuentran en nuestra tienda online, con una excelente experiencia de compra. Vinimos a transformar la industria alimenticia que se ha mantenido igual en los últimos 50 años: hacemos los alimentos que la gente quiere comer y no los que el supermercado decide vender”, afirma Adolfo Rouillon, cofundador de la compañía.

La empresa, creada por dos argentinos, busca hackear el statu quo del mercado de congelados y, para eso, cuenta con mucha experiencia detrás: sus fundadores emprenden juntos desde hace más de 20 años en startups de tecnología y alimentos. Con esa conjunción y con un profundo conocimiento de los desafíos que enfrenta la alimentación en las grandes ciudades del mundo, crearon Frizata, una marca nativa digital DNVB (digitally Native Vertical Brand), esto significa que es una compañía que está integrada verticalmente: la compañía se ocupa de la fabricación, comercialización sólo a través de Frizata.com, la distribución y el servicio de atención al cliente. 

De esta manera controla la cadena de punta a punta y garantiza al cliente una experiencia impecable desde el primer contacto. Además, la desintermediación permite el ahorro de costos asociados que se destinan a la calidad de sus alimentos.   

INNOVACIÓN EN ALIMENTOS: CÓMO LO LLEVAN ADELANTE 

Frizata es una clara apuesta por la alimentación del futuro, y cuenta con un equipo de I+D que innova continuamente en el diseño de nuevos alimentos adaptados al consumidor de hoy.  Así nace la línea Meat Free, pensada para el consumidor flexitariano, cuya dieta está basada en una variedad de plantas, pero que no resigna completamente la proteína animal sino que reduce su consumo. Con estos productos pueden disfrutar de la experiencia de comer carne sin carne, pero con la misma textura, sabor y nutrición. Hoy la compañía cuenta con 7 alimentos de esta línea, y es la oferta de productos meat free más completa del mercado Latinoamericano. 

La innovación también pasa por el uso de tecnología aplicada al diseño de alimentos. Frizata es una marca que se construye en comunidad y utiliza big data e inteligencia artificial para hablar en directo con sus consumidores, analizar sus opiniones y detectar hábitos de consumo, para diseñar alimentos adaptados a sus preferencias y mejorar la oferta de los ya existentes. 

Para llegar a los 70 productos, hay no menos de 500 ideas. Innovamos sin las restricciones de la industria: nuestro proceso de co-innovación es ágil y nace de nuestra interacción directa con cada uno de nuestros consumidores, los escuchamos y no hay nadie en el medio que nos limite. Nos movemos a la velocidad digital”, afirma Rouillon. 

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