Todos hemos escuchado hablar de la ropa de negocios, y sus códigos de indumentaria que se aplican en algunos sectores: bancos, seguros, bufetes de abogados, consultorías, etc. Claro está que, en otros sectores profesionales, el traje y la corbata son una elección personal, nunca una obligación.
Primera conclusión, la ropa de oficina o de negocios es un uniforme, y los uniformes, como su nombre indica, dan uniformidad. Sin embargo, éste también marca claras diferencias jerárquicas. Todas las fuerzas de seguridad, en el mundo, lucen insignias de rango. ¿Y en el mundo de los negocios? ¿Cómo se distingue a un suboficial de un oficial o un mando superior? Pues también por ciertos distintivos
Dominar con clase el estilo de la ropa de negocios significa llevar el uniforme de forma adecuada y saber ubicarse en el escalón correcto del escalafón. El uniforme tiene que indicar claramente de dónde se viene y adónde se desea llegar. En la ropa de negocios, eso se reconoce en detalles como: el corte de la prenda, el tejido del traje, la corbata, la camisa, los zapatos y los calcetines, donde cada uno de estos detalles suman un galón al escalafón.
El traje es el fundamento
El traje es el atuendo básico para los negocios. Llamamos traje a chaqueta y pantalón de la misma tela, desde la década de 1930 no ha cambiado en lo fundamental. Esta prenda es la que da mejor imagen al físico masculino, sus delanteros limpios y simétricos, su aspecto geométrico y ordenado sumado a los colores oscuros dan la imagen exacta del que hace cosas grandes. En la actualidad, dos diseños básicos son los habituales: los de chaqueta recta con dos o tres botones, y los de chaqueta cruzada.
El código de vestimenta para la oficina viene marcado por el estilo británico, ya que el Reino Unido es la cuna de la moda de caballero. Los trajes de negocios suelen confeccionarse en tonos grises o azules.El traje se completa fundamentalmente con camisa, blanca o celeste, de manga larga.
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1) El traje de color medio a oscuro de tejido liviano de lana es el clásico para la oficina. Colores: azul oscuro o gris oscuro. El marrón y el negro no son la regla general y pueden quedar mal o fuera de lugar.
2) El traje se completa con una camisa de manga larga de puño de botón para uso cotidiano y de puño doble con gemelos, para las ocasiones especiales (o para cada día si se desea). El cuello abotonado, cuyas puntas se abotonan a la camisa, nació para los trajes de negocios. En Europa esa variante se suele considerar demasiado deportiva. Por su parte, en Estados Unidos es un clásico para la oficina. Y, un par de palabras sobre la prenda favorita de muchos, las camisas de manga corta. Están bien para conductores de transportes públicos y para policías, pero no para la oficina.
3) La combinación de chaqueta sport y pantalón no es adecuada para la oficina; a lo sumo serviría para el viernes, transición al fin de semana. La excepción la constituyen el personal de empresas pequeñas, los autónomos o los empleados sin contacto con los clientes. El blazer azul marino tampoco está pensado para los negocios.
4) La corbata sigue siendo imprescindible. Tal vez algún día le llegue su hora, pero de momento es a un traje de negocios lo que la servilleta de tela a una comida fina.
5) Los zapatos deben ser de color negro para las reuniones más importantes y varios para ocasiones habituales. Los más formales son los de cordones con pocos adornos o punteados. Algunos consideran los mocasines muy deportivos y los zapatos de hebillas un poco extravagantes. Aun así, lo principal es el color.
Algunos importantes tips internacionales
En Italia, un CEO puede ser un ícono del estilo. Por ejemplo, el empresario Stephan Winkelmann (Lamborghini) se viste de forma llamativamente clásica, con traje recto azul o gris, camisa blanca y corbata azul oscuro. Nota: un buen reloj suizo es casi el detalle obligado. Consejo: en el norte del país son efectivos y puntuales; en el sur, algo más relajados. Cuidado con las comidas de negocios. Rechace la segunda copa de vino o beba agua.
En Estados Unidos, a pesar de lo informales que parecen, los estadounidenses en sus vacaciones por Europa, en los negocios son muy correctos, incluida la vestimenta. El traje y la corbata son obligatorios, también en ciertos bares exclusivos y templos de sibaritas. Si hace una reserva, infórmese del código de indumentaria. Consejo: es normal que los hombres de negocios se hagan la manicura. Antes de una reunión importante, acuda a un salón de belleza masculino. Comunicación: no adopte nunca una actitud quejosa; sea siempre positivo. Enseguida se usan los nombres de pila, que afloran mucho en la conversación.
En Gran Bretaña, la imagen de negocios se mantiene todo el año, también en verano, por ejemplo, traje azul oscuro y zapatos negros de cordones. Nota: deje las corbatas de rayas en casa, porque la combinación de colores podría ser la de alguna Universidad, Regimiento o club exclusivo, y quien no es miembro se pone en evidencia. Consejo: la discreción y la auto ironía son un triunfo. Incluso las conversaciones de negocios pueden estar salpicadas de un humor sutil.
En Francia, el traje gris oscuro, camisa azul claro, corbata discreta. En el día a día están permitidos los zapatos marrones más o menos claros, incluso de gamuza. Consejo: hablar en inglés es común hoy, pero con un francés excelente se ganan muchos puntos.
En Europa Oriental, en niveles superiores domina la elegancia: traje oscuro, camisa blanca, corbata oscura. El rojo, por ejemplo en la corbata, suele tener un efecto más bien negativo. Consejo: tenga cuidado porque en países como Polonia y la República Checa se consideran centroeuropeos. Para ellos, el Este empieza en Rusia.
En Asia, clásicos y discretos. En Japón y Corea hay normas especiales. En los restaurantes hay que quitarse los zapatos. Los hombres de negocios suelen guardar calcetines de repuesto en el maletín. No se lleve para el viaje calcetines muy usados. Consejo: nunca exprese abiertamente ningún sentimiento, no sea ruidoso y muéstrese respetuoso. Muy importante: el tiempo se mide en segundos.
En el Mundo Islámico, la imagen de negocios es la occidental. Por lo general, la chaqueta se lleva abrochada y no se enseña piel desnuda ni en el tiempo libre, aunque haga mucho calor. Cuando el anfitrión se quite los zapatos en un espacio interior, haga lo mismo. Consejo: vaya con tiempo y sin apuros, allí el tiempo transcurre más despacio. No hace falta charlar durante las pausas. Las mujeres no se mencionan, así que evite preguntas de cortesía sobre la esposa o la hija.
Por: Nicolás Zaffora, fundador y director de ZAFFORA BESPOKE