Stéfano Ángeli, CEO de Reba, la aplicación de banca digital de Transatlántica Compañía Financiera, dialogó mano a mano con ON24 acerca de la actualidad de su negocio y el panorama para las Fintech en el país y en la región. Con poco más de un año en funcionamiento, el empresario ya se plantea traspasar fronteras y expandirse en Latinoamérica. Recientemente, lanzó también un novedoso servicio de compra de dólar MEP sin límites.
Reba implementó en marzo de este año un sistema para la compra de dólar Bolsa, sin la intervención de un bróker o una sociedad de bolsa. Las transacciones, consistentes en comprar bonos en pesos y venderlos en dólares, se encuentran reguladas y aprobadas por el Banco Central de la República Argentina.
“Para entender el impacto de la digitalización, hay que comparar el tiempo que lleva usar Reba con lo que implicaría aprender lo que es una sociedad de bolsa y el dólar MEP, hablar con un oficial, hacer la compra de títulos en pesos, hacer la venta en dólares y hacer las transferencias de dinero correspondientes”, graficó.
Por otra parte, el CEO no cree que la operatoria de Reba pueda sufrir nuevas regulaciones o cambios de reglas de juego. “La aplicación automatiza el proceso artesanal”, explicó.
Mientras tanto, la compañía analiza expandirse en Latinoamérica. “Queremos ser una compañía de alcance regional, aprovechando la tecnología que desarrollamos en todo este tiempo. Es el mismo modelo que han usado otras empresas de base digital”, comentó Ángeli. Todavía se encuentra en una etapa de análisis acerca de cuáles serán los primeros destinos.
En este sentido, según el CEO, el marco legal regional, que puede ser uno de los puntos clave para la operatoria de Reba, es bastante heterogéneo. “Argentina está un poco retrasada en este sentido, aunque ha dado algunos saltos interesantes. Brasil ha hecho una regulación propensa al desarrollo de la banca digital. México aplicó una ley bastante tajante que dejó a varios jugadores colgando de una rama”, describió.
A continuación, transcribimos la entrevista completa:
Hace relativamente poco tiempo que están operativos y tienen un gran crecimiento. ¿Qué desafío representa esto en términos de infraestructura?
Todos los productos que lanzamos en dos años, posiblemente le hubieran llevado a los bancos tradicionales unos veinte. Nosotros hacemos tecnología, es nuestra razón de ser. No es que la tecnología apalanca el negocio financiero, sino que hacemos tecnología para usar servicios financieros que generan ingresos y permiten monetizar a los clientes. Lo interesante es que este modelo de negocios es que aún siendo beneficiados los clientes con muy bajos o inexistentes costos transaccionales, podemos construir una empresa muy saludable.
No hay un límite o techo. La falta de servicios financieros que hay en la región latinoamericana es muy grande.
Hay varios casos de Fintech que comienzan en una industria tradicional y la reconvierten. ¿Cómo interpretás el hecho de que quienes están en esos rubros durante tantos años no innoven por sí mismos?
Mi lectura es que no se trata de una falla o un error. Es la decisión consciente de seguir haciendo algo que es muy rentable, tiene perspectiva de seguir creciendo y que modificarlo implicaría una serie de movimientos estructurales al punto de derribar todo y volver a construirlo de otra manera.
Los banqueros ven venir la banca digital, pero saben que su negocio es muy sólido. La banca digital nunca se va a comer a la tradicional. Hay tanto por seguir desarrollando que no hace falta robarse clientes los unos a los otros. Las nuevas industrias pueden crecer a dos dígitos anuales, mientras que las otras van a seguir creciendo, pero a un dígito o dos dígitos bajos.
¿Cómo se da la convivencia entre las Fintech en un contexto como el argentino?
Todo el ecosistema es muy complementario. Nosotros permanentemente estamos compartiendo y pensando cosas para nuestras Fintech. Al haber tanto por crear, estamos muy al día para aliarnos y complementarnos. La tarjeta de crédito de Reba puede conectarse con Mercado Pago y tener tres cuotas sin interés. Cada uno ve una oportunidad distinta; no es un entorno en el que estemos todos detrás de lo mismo.
¿Hay estímulo en Argentina para este tipo de empresas?
La oportunidad es tan grande que no hay forma de frenar el estímulo que tienen los que forman parte de la industria. La fuerza que está tomando la industria en la región es imparable. La regulación termina muchas veces frenando un poco, pero es imposible detener el avance. A veces se ve forzada a adecuarse para que todo eso no se les vaya de las manos. Nada más interesante para un banco central que ver los flujos nuevos de dinero pasando por los monitores.
¿Cómo analizás el mercado laboral del colaborador especializado que demandan las Fintech?
El mercado está tan caliente como la industria. Eso lo puedo ver como un punto flojo o desafiante para mí, por la necesidad de conseguir toda esa demanda para mí. Por otro lado, lo veo como una oportunidad para todos los jóvenes que quieren insertarse en el mercado laboral de la tecnología y con posibilidades de expandirse internacionalmente. Hay una oportunidad infernal para todo aquel que tenga habilidades y se capacite en tecnología.