Su presencia en todas las ferias importantes de moda y decoración, tanto en Buenos Aires como en otras capitales de América latina, le valieron un lugar indiscutido en el listado de diseñadores argentinos a quienes seguir. La década de historia de su marca y sus 60 clientes mayoristas en Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay no le bastan; Vero Alfie quiere seguir creciendo.
Como parte de ese proceso, hace ya dos años que sus prendas pueden conseguirse en la tienda online de Anthropologie, una marca norteamericana con más de 190 locales en los Estados Unidos y el Reino Unido, elegida por Heidi Klum, Kate Hudson, Reese Witherspoon, y hasta Taylor Swift, entre otras celebridades.
Hace unos dos años ellos vinieron dos chicas del Departamento de Compras de Anthropologie traídas por el Gobierno de la Ciudad. En ese momento vinieron una compradora encargada del área de sweaters y otra de vestidos. Todo el proceso para “entrar” fue larguísimo, porque no sólo les tiene que gustar la ropa, sino que les tiene que cerrar el precio y además tienen unos estándares de calidad muy altos. Todo se realiza por sistema, hasta los pedidos, y con los deadlines son súper estrictos. Ya van por la sexta entrega.
El dólar acá se quedó y la mano de obra subió. Vendiendo en Anthropologie podés tener acceso a otras tiendas. Yo tenía planeado abrir el mercado, pero tengo suspendido el tema de buscar un showroom y manejar más las cosas desde allá, aunque yo sepa que el diseño gusta. Hace dos años yo vendía un sweater a U$S 79, y ahora el mismo sweater lo vendo a U$S 90; ellos no entienden eso. Hoy vendo entre 200 y 300 prendas por modelo. Este último año trabajamos casi sin rentabilidad para poder cumplir con los pedidos y para no perder el cliente, y en muchos casos hasta perdimos plata. De todos modos, yo lo veo como una inversión. También sé que Anthropologie es una tienda que me podría consumir 20.000 unidades por año, y por ahora no está pasando.
“A nivel región es puramente la situación del dólar lo que nos complica”, dice Vero Alfie. Yo necesito hacer operaciones de exportación, no de “vengo a comprar y me llevo una bolsita”; no me interesa eso. Nosotros tenemos que exportar, un país no puede salir adelante sólo con la venta en el mercado interno. También las reglas no claras se suman a las dificultades, porque si vos sabés que el dólar se va a mantener en cierto nivel, la situación cambia. Es un problema de la inflación vs el dólar. Y a nivel país, hace tres años que no crecemos. Todo esto sumado a la presión impositiva hace que haya una falta de competitividad absoluta. En el mercado interno nos es más fácil porque de alguna manera ya tenemos una red de clientes en el interior. Pero si el interior no exporta y no crece, va a comprar cada vez menos.
Con descuentos y alianzas con los bancos apuesta a que el cliente siga comprando. También hay que estudiar mucho la relación precio-producto; qué le estás dando al comprador. El tema de los bancos no fue menor. Tenemos consumidores a los que les llamamos “descuentamidores”, que compran exclusivamente los días de descuento, y que hoy son el 60 por ciento del total. Lo que ayudó mucho fue el Ahora 12, pero creo que no tenemos los niveles de consumo que teníamos en el 2005, y mismo en Palermo la venta cayó bastante.