Con el empuje del “resguardo de inversiones en ladrillos” que benefició al mundo de la construcción durante el 2020, la constructora Stadt Bau alista la entrega de unidades y busca encarar nuevos proyectos en este 2021, para “mantener volumen y simultaneidad de obras y potenciar la perspectiva de crecimiento”.
La firma nació hace cinco años con la idea del arquitecto Carlos Milicic y sus socios Mauro Sánchez, MLCSSG, Rinogroup y Litoral Bau. “Estamos en un proceso de crecimiento y con intenciones de sumar al menos otros dos proyectos este año. Estamos terminando varios y queremos seguir manteniendo el volumen y simultaneidad”, aseguran.
Stadt Bau trabaja actualmente en cinco edificios que se distinguen por su categoría. Dos de ellos serán entregados a mediados de año. Sancti en calle Santiago al 200, corazón de Pichincha, con unidades de uno, dos y tres dormitorios que van desde los 50 M2 hasta los 80 M2, y otra exclusiva en Planta baja de dos dormitorios de 120 M2 que se destacan por su diseño y terminaciones.
Por otra parte, entre julio y agosto estiman que finalizarán la construcción de Petram, en barrio Abasto, a metros de Avenida Pellegrini, sobre Pte. Roca al 1700. Las viviendas cuentan con una planta baja con cocheras y un local comercial y departamentos de un dormitorio que van desde los 55 M2 hasta más de 70 M2, y unidades de dos y tres dormitorios que promedian los 120 M2.
Amplias dimensiones, calidad y diseño son el norte del grupo de socios. “La premisa es no hacer nada que no nos guste, que no elegiríamos para vivir, construir productos que nos gusten también para invertir. Pensar en cada detalle, en el diseño, las terminaciones”, explicó Carlos Milicic y destacó: “No hacemos edificios que tengan una línea única, todos cumplen esas condiciones, pero a su vez cada proyecto tiene características distintas y un diseño único”.
En cuanto al diseño, desde Stadt Bau remarcan que el equipo de arquitectos está conformado por profesionales con experiencia internacional, de hecho uno de ellos trabaja de manera remota desde el exterior con ese bagaje: “buscando que los diseños sean todos distintos y que se aprovechen al máximo las posibilidades que brindan cada terreno y la normativa para cada zona”.
“Todos hemos sido inversores antes de llegar a este emprendimiento. Tratamos de verlo desde el enfoque del inversor: esto significa que una buena inversión se ve cuando el producto final sea habitable y vendible”, aseguran y agregan: “Una de las experiencias más comunes en este mercado, sobre todo en la expansión que se vivió en Rosario entre el 2007 y el 2011, fue el desarrollo de un montón de unidades que fueron muy rentables para el inversor del pozo pero que al ser muy chicas de metraje o de baja calidad, a mediano plazo eso terminó siendo un problema posterior en su comercialización, cuando el inmueble entra en el mercado inmobiliario. Lo que hacemos es un producto de calidad y vendible, porque el proyecto debe ser rentable en el corto y en largo plazo”.
Hay otra característica que identifica a sus construcciones: micro y macro centro rosarino es el sector donde apuntan y levantan estructuras de hormigón. “Rosario tiene muy marcada su centralidad, ese primer anillo es el punto geográfico al que apuntamos con nuestros desarrollos. Hay otros sitios, pero trabajamos pensando bien qué producto ofrecer en cada zona. Creemos que por la calidad, por el tamaño de los departamentos y por las características del edificio este es un desarrollo que va muy bien con la centralidad de Rosario”, explicó Milicic.
“Hacemos unidades muy amplias, nuestros estándares de departamento, tanto para uno, dos o tres dormitorios, son de un metraje alto. No hacemos unidades menores a 50 M2”, explicó y cerró: “Somos un grupo de socios que venimos de ser inversores anteriormente en el rubro inmobiliario, el problema de no encontrar productos que nos satisfagan a la hora de invertir fue lo que nos unió. A partir de un proyecto personal, surgió este otro colectivo que es Stadt Bau, eso nos permitió un buen crecimiento y muy buenos resultados”.
