En medio de la crisis económica que atraviesa Argentina, el sector salud despierta la preocupación de sus representantes. Según explicó el doctor Rodrigo Sánchez Almeyra, presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados, el sistema pasa por un fuerte desfinanciamiento, falta de insumos y el riesgo de padecer una escasez de profesionales médicos, debida a las nuevas tendencias y preferencias de la población.
Al delicado cuadro coyuntural, se suma la pronunciada devaluación encarada por el Banco Central, tras las PASO. “Tenemos una gran incertidumbre porque no conocemos realmente qué precio vamos a tener de los insumos y medicamentos que consumimos, ni si los vamos a tener a disposición”, describió.
No obstante, desde la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados, se aclaró que “en este momento se está trabajando y se puede sostener el servicio”.
Conforme explicó Sánchez Almeyra, los aumentos alcanzan a más del 80% de los insumos del sector y promedian el 22%, aunque hay casos que alcanzan el 40%. Además, dijo: “Lo que nos preocupa es la incertidumbre. No sabemos del tema de la entrega, cuándo, cómo ni a qué valores tendremos la semana que viene y la próxima”.
En este sentido, Sánchez Almeyra ya había apuntado hace un tiempo contra la actual política de salud: “En un aspecto, está pasando algo parecido a lo que ocurre con la Ley de Alquileres: es mala para todos los integrantes”. Según el médico, el actual sistema de financiación sanitaria es perjudicial para todos los actores del mismo. Así, mencionó que “las obras sociales están resultando muy caras. Los servicios están cada vez más complicados y los sanatorios y clínicas reciben cada vez menos dinero”.
“Hoy están en el mismo problema los finaciadores y los prestadores. Las obras sociales y las prepagas. El PAMI y las obras sociales provinciales. Todos están sufriendo esta crisis que, de sostenerse en el tiempo, nos llevará a una situación terrible que será la falta de atención. Hoy, el sector público no tiene camas para recibir a los chicos con sintomatologías respiratorias que exigen atención inmediata porque mantener una cama pediátrica es muy caro”, apuntó.
En referencia a la actual estructura de prestadores del sistema, Sánchez Almeyra comentó hace tiempo que “hay que privatizar un poco la salud pública y estatizar un poco la salud privada”. Según su argumento, los recursos del Estado deberían destinarse a instalar sanatorios públicos en sitios que puedan resultar poco rentables para el sector privado. “Tenemos una salud óptima en CABA, pero después se va distribuyendo excéntricamente en toda la República. No se pueden dispendiar los recursos en forma desordenada. Se hacen hospitales que no se necesitan con esta famosa inauguritis que les agarra ahora a los políticos”, sentenció.
“Tendría que haber en el plano sanitario alguna medida para morigerar este aumento que, indudablemente, nos afecta seriamente, tanto a la salud pública como a la privada”, concluyó.