“Al mal tiempo buena cara” plantea el viejo dicho. Este parece ser el lema que el frigorífico Rafaela Alimentos utiliza para encarar esta actualidad.
Ya que, la situación del mercado interno de la carne tiene una caída sostenida en el consumo; la baja de precios que aplicó China, el principal mercado para la Argentina, complica los ingresos por exportaciones; la escasez de hacienda y el atraso cambiario, también afectan al sector, hay al parecer, motivos de sobra para estar molestos.
Sin embargo la empresa frigorífica Rafaela Alimentos decidió enfrentar la complejidad del problema con una estrategia positiva. Con una inversión de 7 millones de dólares en su planta de Casilda, comenzará en un mes la producción de kosher, es decir cortes vacunos obtenidos según la tradición ancestral del judaísmo.
Competitividad
Explican desde la empresa, que el proceso kosher, si bien brinda mayor competitividad, hace que estratégicamente se deban redefinir, capacidades, volúmenes de producción y procesos de trabajo, pasando de faenar 700 cabezas diarias a 480.
Según declaraciones de Carlos Lagrutta, presidente de Rafaela Alimentos, a medios nacionales, “el problema es del sector exportador”.
Se trata de una combinación nefasta de bajos precios de China, falta de hacienda y atraso cambiario.
Lo que confunde es que la estructura de las empresas exportadoras es de un gran gasto fijo, con una contribución por animal muy baja. “Esto lleva a que debamos tratar de minimizar pérdidas, faenando lo máximo posible. Es lo que genera récords de exportaciones, que dan una falsa sensación de bonanza, cuando en realidad registramos pérdidas importantes”.
Reconversión
Ante una consulta, el empresario dijo: “En el caso particular de Rafaela Alimentos, elegimos enfrentar esta situación que es similar a la de todos los exportadores de carne, adaptando la estructura, bajando tanto gasto fijo como capacidad de faena. Con esto conseguimos acotar las pérdidas de manera de aguantar una situación que seguramente continuará por un par de años”.
Inversión
Si bien realizamos el ajuste correspondiente, hay otras cuestiones que nos atañen y que tienen que ver con una inversión muy importante que arranca dentro de un mes, que es el kosher, que se logra vender a mejores precios, pero a costa de bajar el ritmo de faena.
Normalidad
Por su parte, Gustavo Riva, gerente de RRHH y de Relaciones Institucionales de la firma, aclaró que en Rafaela la empresa está “trabajando normalmente sin ningún tipo de inconvenientes”.
Recordó que en total la empresa cuenta con 1500 trabajadores, entre todas sus plantas, y que “las bajas que se registraron corresponden al personal temporario en Casilda, donde se procederá a la readecuación de la planta para kosher”.
“En Casilda, la empresa viene realizando inversiones muy importantes desde hace varios años. Esto hizo que podamos ser más productivos y abrirnos a nuevos mercados, como Chile, Estados Unidos y Canadá, entre otros”. Además insistió sobre la situación actual del mercado de carnes en la Argentina. “Es muy compleja. El consumo local cayó, por lo que ese excedente se destinó a exportación.
El principal mercado es China, allí dirige casi el 70% de la venta, y al ser un commodity hoy el precio internacional no es competitivo. El valor de la hacienda en dólares es alto para los precios de venta internacionales.
Por otro lado, la readecuación en los valores de energía también impacta en el resultado. Esto obliga a buscar alternativas para ser más competitivos.
En los últimos días, desde el Sindicato de la Carne se alertó sobre la situación laboral planteada en Casilda, donde Rafaela Alimentos cuenta con 600 empleados. Se informó que a partir del 15 de diciembre la planta tomará vacaciones hasta el 6 de enero.
El gremialista del sector, Sixto Vallejos, apuntó: “ Este problema es transitorio; se prevé que 100 de 1500 trabajadores de las dos plantas (Rafaela y Casilda) dejarán sus tareas”.
Quinto en el ranking nacional
El frigorífico tiene su base de operaciones en Rafaela. El año pasado se ubicó quinto en el ranking nacional de faena porcina, con 203.900 cabezas, y en el puesto 11 en el ranking de faena bovina, con 144.400 cabezas.
La compañía está presente en el mercado local con su marca de fiambres y embutidos Lario y también exporta gran parte de su producción a diversos destinos.
Sus orígenes se remontan a 1915, cuando fue fundada por el inmigrante italiano Luis Fassoli. En aquel momento, Fassoli comenzó a elaborar fiambres de manera artesanal con recetas traídas de su tierra natal. Incluso la marca comercial que hoy tiene la empresa hace referencia a la zona de Mandello del Lario en Italia, de donde era su fundador.
Procesa carne de cerdo y la carne vacuna se vende tanto en el mercado local como en el internacional.
Exporta principalmente a Brasil, China, Perú, Rusia, Singapur, Sudáfrica y la Unión Europea, entre otros.
En este contexto, la empresa fue recientemente noticia porque recibió un crédito de 6 millones de dólares del BICE para su planta en Casilda.