Por Mariano Fortuna /m.fortuna@on24.com.ar
Según la Cámara Inmobiliaria de Rosario (CADEIROS), la situación económica afectó el pago de alquileres. De acuerdo con el último relevamiento, la morosidad aumentó de forma notoria, obligando a empresas, inquilinos y propietarios a renegociar las condiciones contractuales en busca de soluciones que no deriven en conflictos.
“Es algo que venimos trayendo desde hace 5 o 6 meses. La media de morosidad siempre estuvo por debajo de un 3%, pero ya a fines del año pasado notamos que estábamos por encima del 5%, y hoy estamos en el orden del 8%”, apuntó a ON24 el presidente de CADEIROS, José Ellena; sobre el muestreo realizado entre las inmobiliarias adheridas tomando en cuenta la cantidad de inquilinos en mora, no el volumen de dinero.
Mauro Leiva, de RL Inmobiliaria, coincidió en el diagnóstico de la Cámara: “De nuestra carpeta de clientes podríamos decir que el 50% está con algún problema; obviamente que hay casos más graves que otros, pero es así”, comentó. Y amplió: “nuestros vencimientos de alquileres son del 1 al 10. Antes, el 25 estabas cerrando el mes, y ahora lo cerrás el 10 o el 15 del mes siguiente, es decir que estamos cerrando período contra período”.
Según el ejecutivo de CADEIROS, “hay gente con complicaciones pero que históricamente fue buena pagadora (…) El problema no es el alto costo de alquiler, dado que la rentabilidad del propietario es muy baja, sino la poca capacidad del poder adquisitivo. Ni hablar en el tema de locales comerciales”.
“La situación -según Leiva- marca que no podés aumentar los contratos al ritmo de la inflación porque no te lo pueden pagar, imaginate que un chico que viene a estudiar de afuera quizás le insume a una familia unos 20 mil pesos, siendo que la mayoría de los padres tienen recibos de sueldo de 30 o 40 mil pesos”.
Negociar y tratar de no judicializar
Respecto a las herramientas a las que echan mano las empresas para capear la situación, Ellena dijo que intentan llegar a acuerdos o negociar convenios para no tener que llegar al plano judicial. “Meterse en un juicio de desalojo es algo realmente complejo por cuestiones de tiempo y condiciones; luego de intimar hay que esperar diez días para que te den el turno para una audiencia conciliatoria, que recién se puede realizar a los 60 o 90 días. A partir de ahí, podés iniciar un juicio que no sabés cuánto puede demorar”, señaló.
Además, “hay que ver cuál es la voluntad de pago de las partes, revisar las garantías, hablamos con los propietarios para explorar la chance de condonar alguna parte de las deuda e intentamos recuperar el inmueble para que no siga generando gastos hasta poder conseguir otro inquilino”.
Según el titular de RL Inmobiliaria, el contexto exige flexibilizar las exigencias. “Históricamente se pidieron dos garantías propietarias, pero nosotros -creo que fuimos de los primeros en Rosario- hoy estamos aceptando 4 o 5 recibos de sueldo y funciona muy bien. Es cierto que judicializar el tema es realmente muy complejo”.
Respecto a cómo afecta esta situación a las firmas inmobiliarias en particular, Ellena manifestó que las sucesivas crisis han dejado la enseñanza de lo importante que es mantener una estructura flexible. “El dinero interesante se hace con las ventas, pero hoy en dia hay muy pocas y encima los alquileres generan complicaciones financieras”.
¿A cuánto se renuevan los contratos?
Según el presidente de CADEIROS, las actualizaciones están en el 30%, y en algunas raras excepciones en el 35%. “Si lo ponés por encima de eso, no se lo alquilás a nadie porque el mercado no lo convalida (…) Inclusive, en algunos locales comerciales estamos condonando un mes de alquiler para poder colocarlos”.
REDACCIÓN ON24