A fines de 2020, el Concejo Municipal aprobó un proyecto para levantar una torre de departamentos en Tucumán 2055, sobre la parte trasera de una construcción de valor patrimonial –similar al pedido de los titulares del ex hotel Britannia y la constructora BBZ-. Este emprendimiento, denominado M Tower, llega con la firma de la familia Messi, dueña del inmueble, y este año comenzará la construcción.
La mansión de valor patrimonial cuenta con dos plantas, está a mitad de cuadra de Tucumán entre Moreno y Balcarce y se puede reconocer por su bow-window.
El proyecto contempla unos 15 pisos en el centro de la manzana con 33 viviendas que van desde monoambientes a dúplex de 4 dormitorios, con cocheras en el subsuelo para 34 autos, terrazas verdes y la fachada original debido a su valor patrimonial. Además, tendrá 13 oficinas entre el piso 1 y el 3. Como amenities se puede divisar gimnasio, piscina y solárium.
Este proyecto tendrá unos 42,3 metros de altura, los casi dos años de debate en el Concejo (el proyecto ingresó en 2018) se sostenía porque traspasa la altura máxima permitida para la zona (13 metros), por lo que deberá abonar un pago extra por la superficie levantada desde el quinto piso hasta la terraza.
Con el okey del cuerpo legislativo, se comenzará a construir los 6701.55 metros cuadrados totales a construir y tiene un plazo de entrega para diciembre de 2025 o primeros meses del 2026.
En el detalle, Tower M ofrecerá 6 monoambientes con balcón terraza, 2 unidades de un dormitorio en suite con patio, una de un dormitorio con balcón terraza, seis dúplex de dos dormitorios en suite con balcón terraza, 14 unidades de dos dormitorios en suite con balcón terraza y cuatro unidades de tres dormitorios en suite con balcón terraza.
Sin embargo, el Municipio busca que el proyecto, que cambió de constructora tras la aprobación, se transforme íntegramente en un edificio de viviendas, por lo que se abriría un nuevo debate en el Palacio Vassallo.
Por ahora, desde la desarrolladora y comercializadora “Estudio D MKTARQ” presenta el proyecto con su formato original.
Por su parte, la casona fue construida por el catalán José Mompel hace más de 100 años. Por su condición de patrimonio histórico le corresponde una protección 2A, es decir que no puede aumentar su superficie y se debe preservar las fachadas y partes interiores de valor.
Hace casi 20 años, el último ocupante fue un colegio privado que regenteó el lugar de 1998 a 2005, cuando llegó a la quiebra y abandonó el inmueble.